Evangelina Ortíz integra la comisión directiva del Sindicato de Personal de Dragado y Balizamiento, que conduce el ex triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid, en su calidad de secretaria de Igualdad, Género y Oportunidades. Estuvo en la mañana del jueves en el acto de apertura de la licitación del Canal Magdalena, que se desarrolló en el puerto de La Plata, con presencia del presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof. Ortíz traza un panorama sombrío, en el que la actividad pierde puestos de trabajo, porque las empresas de mudan a Paraguay y navegan y emplean con esa legislación:el fenómeno de la "bandera de conveniencia", una forma de precarización laboral que se extendió a partir de los años noventa. En este contexto, entiende que la apertura de la licitación es "el primer indicio de que podría haber futuro", aunque advierte que es recién el primer paso del camino y, para que se termine de concretar, será clave "la supervisión estatal de un largo proceso".
--¿Qué expectativas les genera este acto?
--Todas. Lo deseábamos profundamente, lo militamos durante años y tuvimos que luchar mucho. Hubo muchos debates, logramos que la sociedad se involucre. Es una excelente noticia para todos los argentinos y en especial para los trabajadores del sector, para los hombres y las mujeres. Implica creación de empleo y defensa de la soberanía a la vez. Ahora, lo de hoy es un avance, pero esperamos que se concrete. Va a ser fundamental que el estado se comprometa y supervise cada avance. El dragado es un trabajo invisible pero de altísimo impacto económico.
--¿Hay lugar para las mujeres en la actividad del dragado?
--La nuestra es una actividad muy masculinizada. Recién en 2010 se abrió la posibilidad de que las mujeres estudien y se gradúen en la Escuela Nacional Fluvial. Se inscribieron muchas, pero durante los años siguientes, a las empresas les generaba cierto reparo o desconfianza contratar mujeres, más que nada por motivos culturales o inercia, porque la formación profesional era exactamente la misma, el mismo plan de estudios, pero eso se fue superando. El problema hoy es otro: apenas si ingresan a la escuela una o dos mujeres por año. Apenas si ingresan en las áreas de cubierta y de máquinas. Hay más mujeres embarcadas en los sectores de marinería y pesca, pero muchas menos en la oficialidad.
--¿Y a nivel salarial, hay diferencias?
--No, ese no es el problema hoy. Lo que nos preocupa por igual a hombres y mujeres es que cada vez hay menos trabajo porque hay menos barcos con bandera argentina. Hoy casi todo el trabajo en los ríos argentinos se hace bajo bandera paraguaya. Las empresas argentinas se mudan a Paraguay porque allí tienen menores costos. Ese es el siguiente tema que debería encarar el Estado nacional: la defensa de la actividad. Todas las decisiones, de las empresas o del Estado, repercuten en los trabajadores. En este contexto tan negativo, la licitación es el primer indicio de alivio, que nos invita a pensar que puede hacer futuro.