Para revertir las condenas "bochornosas" contra los cinco policías acusado por el homicidio de Jonatan Herrera, familiares, amigos y organizaciones concentraron desde ayer en Tribunales, mientras se realizan las jornadas de la apelación. En la audiencia, que continúa hoy, los abogados querellantes y la Fiscalía insisten con que se dicten penas más altas contra cuatro efectivos de la Policía de Acción Táctica y una agente del Comando Radioeléctrico, que fue absuelta en primera instancia. Los camaristas Javier Beltramone, Georgina Depetris y Bibiana Alonso evaluarán los planteos de las partes y darán un nuevo veredicto para los acusados de disparar los tiros mortales al joven de 23 años en enero de 2015, mientras lavaba su auto en barrio Tablada. Para acompañar el reclamo de la familia, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) presentará un Amicus Curiae (amigos del tribunal) manifestando su preocupación por el resultado de la apelación.

"Tenes que estar con los pibes", le dijo María Elena, madre de Jonatan, a la actriz que representó a la Justicia en una intervención teatral, en las escalinatas de Tribunales. Los jueces Carlos Curto, Juan José Alarcón y Rodolfo Zvala -que dictaron el fallo en abril pasado- también estuvieron representados en la obra.

Durante la audiencia, la condena más criticada fue la dictada contra Ramiro Rosales, acusado de darle a Jonatan uno de los disparos mortales, y fue condenado a 6 años y medio de prisión, por homicidio culposo. "Dicen que no se probó el dolo homicida pero el mismo escenario habla de intencionalidad: un lugar lleno de gente, en plena siesta de enero y se sacan armas de fuego para efectuar una veintena de disparos por parte de los agentes de la PAT, cuando el ladrón ya estaba reducido", dijo el fiscal Adrián Spelta sobre la balacera que recibió Jonatan, tras la persecución a un joven acusado por el robo a una juguetería.

"No es cierto que Rosales no hay visto a Herrera", agregó el fiscal que pidió la pena de prisión perpetua para el acusado, porque asegura que existió dolo. La misma pena pidió para Gladys Galindo --absuelta por el beneficio de la duda--, acusada por el disparo que recibió Jonatan en el cráneo. Sostuvo además el reclamo de que otros tres agentes sean condenados a 12 años por tentativa de homicidio; pero que fueron penados a 3 años y 8 meses.

Los querellantes, Enrique Font y Santiago Bereciartúa, consideraron que existió dolo directo en la actitud de Rosales, acusado de bajar del colectivo y disparar 11 veces. "Quienes tiraron dijeron que fue para defenderse de los disparos de V. (el sindicado ladrón), pero si fue así, detrás de él estaban los agentes del Comando a quienes no escuchamos sentirse en peligro. No había razón para disparar, pero lo hicieron igual", se quejaron.

En tanto, Gustavo Feldman, querellante por parte de la madre del hijo menor de Jonatan, planteó que el tribunal del juicio "puso el guiño a la izquierda y dobló a la derecha", ya que en el caso de los tres policías acusados de abuso de arma, habla de un accionar doloso; pero en el mismo escenario, habla de homicidio culposo en el caso de Rosales. Consideró que por la edad de los imputados (todos veinteañeros), los jueces "no pudieron o no quisieron dar la condena que correspondía". Y aseguró: "Nadie recoge las balas si considera que lo que hizo fue culposo (sin intención)".