Parrilla rejuvenecida

Donde la avenida Córdoba se angosta, en ese límite entre Chacarita y Colegiales, hay una vieja esquina que se muestra rejuvenecida. Ahí, en el cruce con Maure, está Maure Parrilla, un boliche modesto en el que siempre se comió correcto y barato, no más ni menos que eso. Ahora este local está en nuevas manos, las de los mismos dueños de los vecinos Almacén Comunal (Guevara 405) y Veredita de Vinos (Newbery 3867), un grupo de jóvenes que conoce bien la zona. Y si bien la propuesta sigue siendo la de una parrilla barrial, le dieron vuelo con nueva estética, mejor servicio y menú más ambicioso.

Un camino posible es empezar por la provoleta de la casa, que trae morrones y radicheta; o pedir esa misma provoleta pero rellena de chorizo, verdeo y aceite de ajo ($2000). Está el clásico “matrimonio” de chorizo y morcilla ($1400) y unas ricas cebollas asadas con puré de berenjena ahumada ($1500). Luego la tradición indica seguir con las carnes: hay arañita a $3400 la media porción, $4500 para la completa; el asado del centro banderita ($7800) es la estrella de la casa; y la entraña ($7100) es generosa y apta para compartir. Los puntos de la carne pedidos se respetan a de manera meticulosa y, para acompañar, lo mejor son las excelentes papas fritas a la provenzal ($1300).

De aperitivo sale vermut con soda ($500) y se suman vinos para todos los gustos, entre cepas, etiquetas y precios (arrancando en los $2000). También hay sifón de soda y gaseosas grandes, un gesto que se agradece. Para cerrar el banquete, Maure ofrece uno de los mejores flanes mixtos ($1400) de la zona; y, por qué no, el lemoncello ($600) de la casa antes de seguir camino. 

El salón es chico con mesas bien distribuidas; se suma una vereda amplia e ideal para disfrutar un almuerzo al sol. No es fácil competir en el mundo parrillero, con tantos lugares donde ir; pero Maure tiene buenos argumentos para meterse en la contienda.

Maure Parrilla queda en Av. Córdoba 6401. Horario de atención: viernes a domingo de 12 a 16, jueves a domingos de 20 a 24. Instagram: @maureparrilla.

Un viaje único

La noticia circuló rápido por redes y medios de comunicación: la actriz española Úrsula Coberó –conocida por interpretar a Tokio en la serie La casa de papel– eligió en su breve paso por Buenos Aires comer en el restaurante Ácido, acompañada del Chino Darín. Esta es la mayor y casi única publicidad que tuvo este espacio de Chacarita desde su apertura en marzo de este año, una apertura llevada a cabo por los talentosos Nicolás y Gabriel Tykocki.

El lema de la casa suplica “no nos tomes tan en serio”, un modo de advertir de que se trata de un espacio relajado, sin demasiadas reglas ni protocolos. Esto se confirma con un servicio informal, donde distintas camareras van rotando por las mesas; un menú corto con varios hay platos especiales del día fuera de la carta; y una vajilla vintage, bien de abuela, toda distinta entre sí.

La propuesta gastronómica juega con distintos sabores y tradiciones: los platos chicos son el keppe crudo con labne, bazlama (un pan turco) e hinojo ($2900); y el barcelonés pan tumaca con anchoas y aceitunas ($2200). Entre los grandes destacan los tteokbokki, una suerte de ñoquis coreanos de harina de arroz que salen con aceite de ají, porotos fermentados y edamame ($4200, es un plato apto veganos). También es muy rico el pollo frito con ensalada de pepino, arroz fortuna y huevo revuelto ($4600). Para dos personas recomiendan comer dos platos chicos y uno grande, compartiendo todo. Son todas opciones de sabores fuertes y especiales, muy bien logrados.

La cervecería vecina Strange Brewing aporta sus muy buenas latas de cerveza ($1400) y también hay vinos blancos, tintos y espumantes de pequeñas bodegas con precios que empiezan en los $3000.

Ácido es amplio, con cocina a la vista (el aroma de los fuegos llega al salón), iluminado de manera cálida, canchero. Uno de esos lugares que destacan con personalidad propia, difícil de imitar. Y eso siempre es bienvenido.

Ácido queda en Charlone 999. Horario de atención: martes a sábados de 20 a 23:30. Instagram: @acido_ba.

Veganos y de miga

El lugar está tuneado de rojo, se llama Sangüich y queda en la esquina de Forest y Virrey Áviles. La especialidad de la casa, ya lo dice el nombre, son los sándwiches, pero no cualquiera, sino los clásicos de miga argentinos en una reversión estrictamente vegana, apta para todos los paladares. Idea de Luciano Combi y Tomás Salinas (ambos también a cargo de Fifí Almacén en Palermo), todo nació como un evento pop up que, tras el repentino éxito, creció hasta tener local propio.

El producto es de muy alta calidad e incluso logra convencer a carnívoros fanáticos de que lo vegano puede ser tan delicioso como innovador. Todo es casero, salvo el pan que consiguieron tras una intensa búsqueda de prueba y error hasta encontrar uno que les gustara: más grueso, esponjoso, con retención justa de la humedad. Los rellenos son varios y originales: el de papa huancaína tiene una capa de papas, salsa de ají amarillo peruano y cilantro; y otra de choclo y tapenade de aceitunas verdes ($600). El caprese incluye pasta de tomates secos y otra de queso de crema de cajú con albahaca ($550). El de tofu revuelto se compone de tofu con una salsa de no-huevo y otra de queso de cajú y ciboulette ($600). Hay también de no-atún, con crema de cajú y verdeo; y un capricho dulce de mermelada y mantequilla de maní ($600). Todo está hecho en el día, con ingredientes locales y de estación.

Para terminar el combo sano y hípster, hay kombucha Bunji en lata ($750) con varios sabores, se suman jugos orgánicos prensados en frío ($1400/$1500), cerveza Perro ($900) y el delicioso vermut Salvo ($700). Otra opción es ir por bebidas calientes, con un económico café espresso ($350), en jarrito ($380) o flat white con leche de almendras ($580), perfectos para redondear una merienda salada.

El local no tiene salón pero si hay unos banquitos en la calle donde sentarse, aunque lo mejor es comprar para llevar: la plaza 25 de Agosto está a tres cuadras y es perfecta para aprovechar algún día soleado del otoño, en un picnic improvisado sobre el césped.

Sangüich queda en Av. Forest 1300. Horario de atención: miércoles a domingos de 10 a 17:30. Instagram: @sanguich.ba.