Una marca de la televisión argentina desde sus inicios fue la presencia de cocineros. Ya fuera con programas propios o con segmentos en otros programas (por ejemplo, en noticieros), hubo una constante a lo largo de las décadas. De hecho, esa tradición viene de la televisión de los Estados Unidos en los 50 y se importó, hasta llegar a Guillermo Calabrese como exponente de los últimos años.
El primer caso, acaso el más célebre, es el de Petrona Carrizo de Gandulfo, la mítica Doña Petrona cuyo libro de recetas se convirtió en un auténtico long-seller. Comenzó por radio y apareció en el flamante Canal 7 en 1952. En 1960 se convirtió en estrella del programa Buenas tardes, mucho gusto, acompañada por su ayudante, Juanita. Se mantuvo activa hasta fines de los 70.
Buenas tardes, mucho gusto, fue un semillero de cocineras. Por allí pasaron, entre otras, Blanca Cotta, Choly de Berreteaga y Chichita de Erquiaga. El fin del programa, en 1982, derivó en que esta última se incorporase con segmento propio al noticiero de Canal 13. Fue, quizás, el gran rostro de la cocina televisiva en los 80.
El ciclo Utilísima permitió un reverdecer de las recetas hechas por TV. Y significó, en especial, el momento de más popularidad de Choly de Berreteaga. Por entonces, en el cable primero, y en aire después, entró en escena una figura masculina: el Gato Dumas.
Este, que montó su escuela de cocina, tuvo como laderos a Ramiro Rodríguez Pardo y a un joven Guillermo Calabrese. Para el recuerdo quedó la publicidad de un protector hepático que el conductor ingería a modo de publicidad, no con agua, sino champagne. Y la leyenda según la cual, amén de las recetas, era más interesante ver los programa de jueves y viernes, dado que se grababan todos juntos al comienzo de la semana y Dumas y sus compañeros brindaban por cualquier motivo.
Las mieles del 1 a 1 permitieron importar un cocinero de Europa. El vasco Karlos Arguiñano, popularizado por su ciclo de Televisión Española (que aquí se veía por cable), desembarcó en 1996 en Canal 13. Más tarde, el canal innovó con otro cocinero que no era chef profesional: Rodolfo Ranni.
En años recientes surgieron otras figuras, como Jimena Monteverde, Ariel Rodríguez Palacios y Osvaldo Gross, que además tuvieron rebote por sus libros. Sin embargo, fue Cocineros argentinos el ciclo gastronómico más popular. Apareció en la TV Pública en 2009 y alcanzó enorme popularidad.
El programa, que también derivó en libros de recetas, fue un clásico de los mediodías desde su estreno. Calabrese se mantuvo allí con equipo durante más de una década antes de migrar a Canal 9.