El proyecto de ley de Pubertad Precoz (PP), que busca garantizar el tratamiento integral gratuito y la cobertura farmacológica para las infancias de todo el país, obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. Es el producto de la lucha de más de dos mil familias agrupadas que reclaman políticas frente a la falta de respuesta por parte de las obras sociales y las empresas de medicina prepaga. La norma, además, incluye un programa de acciones que promueve la investigación y la capacitación del personal de salud.
El antecedente normativo es una resolución del Ministerio de Salud de 2021, que buscaba asegurar la cobertura de los análogos de la gonadotrofina, medicamentos destinados a tratar la PP. Sin embargo, en la práctica este mecanismo se revela insuficiente. Para que este proyecto se convierta en ley, el Senado deberá hacer su parte en las próximas semanas y, de obtener los votos necesarios en el recinto, se podrá garantizar que los niños y las niñas con PP accedan en tiempo y forma al tratamiento que necesitan.
Crecer antes de tiempo
Si la pubertad llega antes de lo esperado provoca problemas en los niños y niñas que aún no saben de qué manera lidiar con tantas transformaciones físicas y emocionales en simultáneo. En general, “crecer de golpe” genera dolor de huesos, pero también ansiedad, tristeza y otros efectos psicosociales que, invisibilizados, no se tienen en cuenta. La estigmatización, para colmo, está a la orden del día, y los más chicos deben lidiar en el ámbito familiar, escolar o deportivo con diversas formas de exclusión, que nunca escapan de los clásicos: “Estás más gordita/o”; o bien, su versión edulcorada: “Estás muy grandote/a, hay que hacer más deporte”. Sencillamente, se trata de niños en cuerpos de adolescentes.
La pubertad puede definirse como el lapso en el que maduran las características físicas y sexuales de una persona. Por tanto, se denomina precoz cuando este proceso se produce antes del tiempo considerado “normal”; esto es, entre los 8 y los 14 para las niñas, y 9 y 16 para los niños. Así, en etapas previas a los 8 y a los 9 años respectivamente, las personas que poseen PP experimentan un crecimiento acelerado de huesos y músculos, modificaciones en la forma y el tamaño del cuerpo, así como también, el desarrollo de la capacidad reproductiva.
Consulta frecuente
“Los trastornos de la pubertad en general y de la pubertad precoz en específico constituyen un motivo de consulta frecuente, sobre todo, en las niñas. El tratamiento es en base a inhibidores que impiden el despliegue de los mecanismos responsables del inicio temprano de la pubertad”, dice Gabriela Guercio, doctora de la Universidad de Buenos Aires y referente del Hospital Garrahan. Luego continúa: “Son chicos que suelen tener un crecimiento acelerado, motorizado por las hormonas sexuales que liberan cuando la pubertad está en curso. Con el tratamiento, lo que se busca es que vuelvan a los ritmos acordes a su edad”.
Algunos de los síntomas de la PP son el agrandamiento de los senos y el primer período menstrual en niñas; así como el agrandamiento de pene y testículos en niños. También se destacan el crecimiento del vello facial y la gravedad de la voz, el acné y el olor corporal adulto. Las causas de la pubertad precoz no están muy precisadas en la literatura médica. Por lo general, se sostiene que se genera a partir de infecciones, cambios en el cerebro, problemas genéticos, o bien, tumores que secretan hormonas. Como en otras afecciones, la detección temprana se ve favorecida gracias a la atención familiar y a los controles pediátricos regulares.