Martín Lousteau hace lo posible para que no se le note la sonrisa ante el escenario que se va configurando en la Ciudad de Buenos Aires: elecciones separadas de las nacionales y probablemente más de una candidatura del PRO, lo que dividirá el voto amarillo. En su comité de campaña prefieren enfocarse en construir su candidatura y no en las reyertas del PRO, a las que Lousteau intenta ponerles distancia. No obstante, todo se va configurando para una elección de cuatro precandidatos dentro de Juntos por el Cambio: Lousteau por Evolución Radical, Jorge Macri y Fernán Quirós por el PRO, y Ricardo López Murphy por Republicanos Unidos. El ministro de Gobierno porteño hizo su jugada al señalar que puede derrotar a todos y ya no espera ningún gesto de Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de gobierno apuntaló el equipo de campaña del ministro de Salud, como para dejar en claro que no se baja.
Mesa para varios
Si bien Larreta dijo ya varias veces que va a quedar un único candidato del PRO, esa posibilidad comenzó a estar en duda luego del cisma con Macri tras el anuncio del desdoblamiento concurrente de las elecciones porteñas. Ahora que todos los puentes se cayeron, Larreta perfectamente podría mantener a su candidato. "Si hace eso es guerra nuclear", advierten en el PRO.
No obstante, Jorge Macri vio venir esa posible jugada y se adelantó a decir que a él no le importa si no se bajan ni Quirós ni Soledad Acuña, aseguró que es capaz de ganarles a ambos y a Lousteau en las PASO. En el entorno del ministro de Gobierno vivieron ese anuncio como una emancipación: habían estado presionando y buscando el apoyo explícito de Larreta, pero luego de una mala reunión que tuvieron el jefe de gobierno y Jorge Macri el mismo día del anuncio de las elecciones, el ministro de Gobierno dejó de pensar en esperar el apoyo de Larreta y que baje a los otros candidatos. Competirá, ya sea contra uno, dos o incluso tres. No sería una situación inédita en el PRO: ya una vez tuvieron una interna entre Larreta y Gabriela Michetti. No obstante, esa vez no tenían que competir a la vez con los radicales.
Fernán Quirós sigue en campaña y Larreta dio una señal de que no está pensando en bajarlo: designó como su jefe de campaña a Alvaro González, uno de los principales armadores del larretismo y un político con décadas de experiencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires y en Santa Fe. Que lo hayan puesto a González da la idea de que hay Quirós para rato y que su candidatura no se resignará en los próximos días. Cerca de Jorge Macri supieron leer eso y de allí su anuncio. Habrá que ver cómo hace el ministro de Salud para alcanzar a Jorge Macri, que lo supera en conocimiento público y en las encuestas. "No es tan así. Fernán tiene 60 puntos de imagen positiva y 93 de conocimiento. Lo que vamos a buscar es que la gente deje de verlo como el ministro de Salud y comience a verlo como el candidato", plantean en el comité de campaña de Quirós.
Para evitar posibles operaciones en la campaña, Jorge Macri dijo que estaba por renunciar a la intendencia de Vicente López y que también el organismo encargado de las elecciones dejará de depender del ministerio que conduce. Lo mismo con la aclaración de que cumple las condiciones para ser candidato. Son gestos para evitar carpetazos en el futuro.
Tercera en discordia
La tercera en discordia dentro del PRO es Soledad Acuña, a quien no están considerando que llegue hasta las PASO. Esto no significa que no integre luego alguna fórmula, dado que el sistema porteño permite que el precandidato a jefe de gobierno elija luego un compañero o compañera de fórmula tras las primarias: la ministra de Educación suena como posible acompañante de más de un candidato, del PRO o radical. Incluso del propio Quirós.
Felices los cuatro
Los aliados del PRO están felices con este escenario. Aunque en la UCR intentan no demostrarlo. Lousteau no se quiere meter de ninguna forma en la interna del PRO. En su entorno y en el radicalismo porteño hacen un esfuerzo por no demostrar que lo que decidió Larreta efectivamente los beneficia, tanto por el voto separado de las boletas nacionales (donde Lousteau podría haber cargado con algún candidato a presidente que lo arrastre hacia abajo) como por el hecho de que puede haber dos candidatos amarillos dividiendo el voto PRO.
Por lo pronto, dicen en el entorno de Lousteau, el candidato está concentrado en recorrer los barrios y hacer una buena campaña. Para después de las PASO, piensa completar su fórmula con alguien del PRO, para concretar la idea de una fórmula cruzada. Aunque no hay conversaciones con nadie por el momento, aclaran. Acuña podría ser una posible acompañante. Pero también alguno de los contendientes PRO, si logra vencerlos en las primarias.
El otro candidato de JxC será Ricardo López Murphy, que ya confirmó que no peleará por la Presidencia sino por la jefatura de gobierno de CABA. En su entorno ven un muy buen escenario para él: "Representa una oferta en la ciudad que no tiene demasiada competencia: el liberalismo", indican. Y cuando dicen que no tiene competencia se refieren a que, con la decisión de Larreta de realizar comicios concurrentes, el candidato local de Javier Milei se quedó sin el arrastre de su boleta sábana. Ramiro Marra es sustancialmente menos conocido que Lopez Murphy, por lo que es probable que el Bulldog se lleve una buena porción de votos que hubieran quedado en manos del candidato de Milei.