El ex presidente chileno Sebastián Piñera, favorito para las elecciones de noviembre, fue sobreseído ayer por la Justicia en una investigación por “negociación incompatible”, abierta tras revelarse la inversión de una de sus empresas en Perú durante su mandato. Piñera, que encabeza todos los sondeos con miras a las elecciones generales del 19 de noviembre, fue imputado en el marco de una querella por negociación incompatible, apropiación indebida y uso de información privilegiada, presentada en su contra por el diputado comunista Hugo Gutiérrez.
Gutiérrez presentó la querella tras revelarse las inversiones que realizó una de las empresas de Piñera en la pesquera peruana Exalmar S.A. mientras era mandatario y se desarrollaba un litigio marítimo entre ambos países en la Corte Internacional de La Haya. Exalmar extrae productos de la zona marítima ganada por Perú tras el fallo de la Corte de La Haya de 2014, que modificó el límite marítimo entre ambos países. Piñera reconoció la inversión pero negó haber tenido conocimiento de esa operación financiera, ya que en 2009 –meses antes de asumir el poder– a través de un fideicomiso ciego se desligó totalmente de “la gestión, administración y decisiones de inversión de las empresas del Grupo Bancard”, el brazo económico que administra parte de su fortuna.
“Resulta altamente improbable que el señor Sebastián Piñera tuviera algún conocimiento que haya motivado dicha inversión”, dijo el juez del Cuarto Juzgado de Garantía, Guillermo Rodríguez, para fundamentar su fallo que acogió ayer una petición de sobreseimiento del fiscal caso, Manuel Guerra.
El ex mandatario anunció que volverá a delegar la administración de su cuantioso patrimonio, calculado en 2.700 millones de dólares, aunque ahora con una fórmula que también abarca a sus inversiones en el extranjero e incluye a su esposa y sus cuatro hijos.