Integrantes de la comunidad mapuche Lof en Resistencia de Cushamen, en Esquel, denunciaron que un joven de 27 años se encuentra desaparecido desde la feroz represión que sufrieron el lunes pasado por parte de la Gendarmería, cuando más de cien efectivos entraron armados a la comunidad y dispararon contra los habitantes del pueblo, los golpearon y quemaron sus pertenencias. El joven desaparecido se llama Santiago Maldonado es oriundo de Buenos Aires pero vive en El Bolsón y había ido a la comunidad el día anterior a la represión para quedarse a dormir en la casa de un integrante de la comunidad porque apoya la causa de los mapuches.
“Cuando entraron los gendarmes a los tiros todos salieron corriendo, entre ellos Santiago. Corrieron para un mismo lado para ocultarse entre la vegetación y hay quienes vieron dónde se ocultó Santiago. Pero entre los tiros y las agresiones, un segundo más tarde lo pierden de vista y escuchan que un gendarme da la voz de ‘Tenemos uno’ y luego acercan una camioneta de la Gendarmería, abren las puertas traseras y entre varios rodean las puertas para que no se pueda ver”, contó a PáginaI12 la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, especialista en derecho indígena y defensora del lonko Facundo Jones Huala, entre otros líderes comunitarios como Milagro Sala.
Gómez Alcorta, precandidata a diputada de Ahora Buenos Aires en Unidad Porteña, reconstruyó la situación a partir del relato de quienes sufrieron la represión. Desde la comunidad presentaron un hábeas corpus y se contactaron con la madre del Maldonado, que vive en Buenos Aires. Hasta allí viajó un hermano del muchacho, que vive en Bariloche.
“Gritaron ‘Tenemos a uno’ pero después no hubo ningún detenido allí mismo en la comunidad. Los detenidos que ya fueron excarcelados, aunque con imputaciones gravísimas, fueron apresados afuera de la comunidad”, contó la abogada, quien remarcó la sospecha que tienen sobre la Gendarmería como responsable de la desaparición de Maldonado.
Según describieron los integrantes de la comunidad, la represión de este lunes fue peor que la de enero pasado, de la que circularon fotos brutales de efectivos agrediendo a niños y mujeres. “Entraron a los tiros”, sostuvo la abogada. Los integrantes de la comunidad rastrillaron el territorio para dar con alguna pista del paradero del joven pero no encontraron nada. También se comunicaron con el lugar donde Maldonado vive en El Bolsón pero tampoco estaba ahí. Las fuerzas de seguridad debían responder a más tardar ayer el pedido de hábeas corpus.