El sábado por la noche Ricardo Quintela participó de un acto de campaña y alrededor de las 2.15 del domingo fue trasladado a la clínica Incor por un “dolor precordial”. El último parte médico informa que su salud evoluciona favorablemente y hoy se resuelve si pasa a sala común para continuar con los controles de rutina.
En este marco muchos son los interrogantes de cómo continuarán las actividades de campaña los próximos días, ya que restan solo dos semanas para las elecciones que serán el 7 de mayo.
Hace unos días se vio a la candidata a vicegobernadora Tere Madera encabezando los festejos por el 431° Aniversario del departamento Famatina. La actual vicepresidenta de la Cámara de Diputados de la provincia, asistió al evento en representación del Gobernador y es muy probable que este sea el escenario en los próximos actos electorales.
Las dos últimas semanas de una campaña electoral son cruciales para los candidatos, ya que es un momento en el que pueden influir en la decisión final de los votantes. Si bien el Partido Justicialista puede confiar que los resultados de las encuestas no van a revertirse en tan poco tiempo, la ausencia del primer mandatario en actos de campaña puede ser un factor determinante para los resultados finales de este último tramo para convencer a otros electores más indecisos.
La ausencia de Quintela además deja en evidencia su peso en la escena electoral y esto también influye en la percepción de la ciudadanía respecto al futuro de la provincia. El solo hecho de recordar a Quintela con un problema cardiaco, trae a la memoria de las y los riojanos el antecedente en el que debió ser internado en el hospital Virgen de Fátima en las elecciones de 2013.
Aquella noticia circuló sobre los últimos días de la campaña en la que Quintela, que hace 10 años era el intendente de la ciudad, fue visitado por el entonces gobernador Beder Herrera. En ese entonces la actual candidata a Vicegobernadora, Teresita Madera, encabezaba la lista a Diputada Nacional acompañada por el actual candidato a Gobernador de Juntos por el Cambio, Felipe Álvarez. Una vez más el corazón de Quintela entra a sacudir el escenario electoral poniendo en escala el factor humano de los candidatos, tomando distancia de esos discursos de los spots políticos para verlos en sus roles protagonistas del contexto electoral en el que aspiran a ser elegidos.
Tener en cuenta este factor como determinante de los últimos actos de campaña es un ejercicio obligatorio para todo el equipo de campaña que necesita saber cuándo el Gobernador estará en condiciones de volver a la agenda prevista.
Mientras tanto los interrogantes y la falta de certeza vino a resaltar en donde estábamos hace 10 años cuando el Gitano gobernaba la ciudad, y quién es quién en el panorama electoral.
Los de aquel entonces Beber Boys, Tere y Felipe, del Partido justicialista habían perdido contra los candidatos de la oposición de aquel entonces, Julio Martinez y Clara Vega. La razón de aquella derrota estuvo vinculada al desgaste que padeció el oficialismo ante la opinión pública por los reclamos del Famatina No se toca. El actual candidato de Juntos por el Cambio, Felipe Alvarez, fue el responsable de la represión violenta que padecieron activistas baleados por protestar contra la megaminería. Fue la primera vez en muchísimos años que el PJ tuvo un revés electoral, si bien no fue con mucha diferencia, era la primera vez en décadas que la oposición festejaba algo más que ocupar el espacio de la minoría.
Aquel episodio en el que en 2013 Ricardo Quintela debió internarse por un problema cardíaco fue una noticia relevante que irrumpió en el último tramo de la campaña electoral poniendo gestos humanos por sobre la interna partidaria desgastada.Ese gesto de unión del Partido Justicialista sucedió días antes de revertir los resultados electorales dándole el triunfo a Tere Madera y Felipe Alvarez a pesar de la represión que arrastraban.
No es un dato menor que uno de los baleados en la represión a cargo de Felipe Alvarez, haya sido el actual Ministro de Transporte y comunicación, Ismael Bordagaray. Con quien hace unos días, junto a la candidata a la vicegobernación, fueron hasta el Famatina y en el marco de su aniversario expresaron que El Famatina no se toca.
La cuestión es que La Rioja que late sigue en carrera pero el tiempo de reposo del candidato a la reelección gubernamental nos retrotrajo una década atrás y esto tendrá consecuencias en el corazón del electorado.