Este jueves, en el Galpón 11 (Estevez Boero y el río) se inaugura IN-VENTA II, la segunda edición anual consecutiva de IN-VENTA, la feria de arte sin intermediarios que este año lleva como lema "El poder reparador del arte". Surgida por iniciativa de Dante Taparelli, Secretario de Cultura y Educación de Rosario, y con curaduría y coordinación de Laura Capdevila, directora de la Casa del Artista Plástico, la feria logró casi duplicar el número de artistas que exponen: de los más de 40 de la vez anterior se llegó ahora a casi 80. Se invitó a los expositores de 2022 y, además, una convocatoria abierta a nivel nacional logró que acudan creadores de todo el país. Es de interés artístico, social y afectivo la idea del "retorno" de creadores locales que habían migrado y envían sus obras desde los más remotos rincones del país. Se trata de la llamada eufemísticamente "generación intermedia": artistas con años de trayectoria que se encuentran en plena producción. La feria, que es un emprendimiento conjunto de la Casa del Artista Plástico y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, podrá visitarse a diario hasta el 14 de mayo.

"La inventa es un sueño largamente anhelado por los artistas", declaró Dante Taparelli, quien define a IN-VENTA como "la primera galería pública de la historia de la ciudad, y no sé si hay en otro lado. Empezamos a cosechar las semillas que sembramos el año pasado, con dudas, saliendo de la pandemia, un poco asustados, y ahora estamos agrandados, agradecidos. Estamos resucitando o recreando el mercado del arte en la segunda ciudad del país, una ciudad que tiene el segundo museo más importante del país". Citando una alegoría bíblica, Dante no quiere construir sobre arena sino sobre roca firme; firmó una ordenanza municipal que garantiza la continuidad, año a año, de IN-VENTA. "Por eso, a través de este decreto que hace el municipio, esta ordenanza que hace el municipio para asegurar la permanencia de este evento, esto nos asegura para siempre una palabra por la que venimos bregando desde el principio de la gestión que es la palabra inclusión e incluir en el arte, incluir en calidad de vida, incluir educación, incluir sensibilidad, incluir convivencia. Así que estoy enormemente emocionado", dice. 

Una original invención, que ojalá sirva de modelo para muchas otras ferias federales, es la participación del Banco Municipal en la financiación de la adquisición de obras. Como quien compra un electrodoméstico en cuotas, cualquier ciudadane que visite IN-VENTA podrá llevarse a su casa una obra de arte sin tener que desembolsar una suma que no es tampoco tanta, ya que se cuidó que los precios fuesen accesibles. Y las obras no van a dejar de enamorar a los rosarinos ya que representan los paisajes que habitamos y los sueños que soñamos; no son postales lejanas de un exotismo distante. También tienen su lugar los lenguajes abstractos, la experimentación lúdica con materiales de desecho, el gesto expresionista, las atmósferas de color o el desarrollo de mundos fantásticos personales. Se trata de artistas con su propia impronta singular: genuinos creadores, que dialogan con artistas y agrupaciones de Rosario y la región, como el Grupo Litoral.  

"El encuentro es proyectado para posibilitar a los artistas la exhibición de su obra destacando sus implicancias estéticas, valor cultural, simbólico y económico", escribe Capdevila en el catálogo, donde dice en relación con esta segunda edición: "Los tiempos cronológicos del pasado y el presente se relacionan nuevamente en un mismo lugar, por un mismo chispazo con el entusiasmo continuado... IN-VENTA II es lo que Friedrich Nietzsche llamaría una 'tempestuosa consideración', un gesto nuevo que atiende y reflexiona sobre su época. Un gesto necesario si entendemos que existe y urge en el tiempo cronológico, algo que surge dentro de él y actúa para transformarlo", opina la curadora. Laura Capdevila es artista plástica egresada de la Universidad Nacional de Rosario como Licenciada y Profesora en Bellas Artes, en la especialidad Teoría y Crítica.

El proyecto está signado por una tensión entre este mercado del arte que se busca crear y ese otro mercado existente que excluye, al punto de que se haga preciso tener que hablar de “inclusión” cuando nos referimos a personas capaces, y más que personas capaces: a artistas talentosos de más de 50 años. Artistas y escritores debiéramos dar con más solidaridad y ahínco la pelea por la jubilación como trabajadores y trabajadoras de la cultura. Es una deuda pendiente de nuestros gremios para con nosotros mismos, pero falta y mientras tanto IN-VENTA inventó una política de Estado: una articulación original entre la comunidad artística local y diversas agencias estatales municipales que, desde el área cultural y el área financiera, se conjugan para hacer lo que debe hacer un Estado con la sociedad a la cual representa: corregir la desigualdad de oportunidades. Porque Rosario de las balaceras también es de donde salieron los bucchi, los agujeritos espacialistas de Lucio Fontana. Que se les parecen. Pero el crimen mata y el arte repara.