Almirante Brown ya tiene su Universidad. Funciona desde fines del 2019 tras un amplio recorrido de proyectos, discusiones y militancia para alcanzarla. Funciona con un equilibrio y convivencia política que no resulta moneda corriente en la realidad generalizada de la provincia y el país. Mariano Cascallares, hoy diputado provincial tras tomar licencia de la intendencia del distrito sureño del conurbano, contó a Buenos Aires/12 cada uno de esos pasos logra ese objetivo. Lo mismo destacó el rector de la UNAB, Pablo Domenichini, también legislador provincial, de filiación radical, hoy miembro del bloque Juntos.
Las diferencias son claras pero la unidad de concepción también. La premisa que ambas autoridades pregonan es la de “una universidad de puertas abiertas”. Cascallares recibe a este medio en su oficina en el Partido Justicialista local. Domenichini lo hace en su despacho en el rectorado de la Universidad.
El entusiasmo de la conversación lleva al dirigente peronista a tomar un pedazo de papel e ir dibujando como se distribuyen las obras en el nuevo predio que oficiará de sede para la Universidad Nacional Guillermo Brown. La quinta Rocca, como se la conoce en la región, fue adquirida por la municipalidad de Almirante Brown a fines de la gestión de Manuel Rodríguez, en 2007. La expectativa de contar con una universidad en el distrito data de los primeros años de los ’90, cuando emergieron en suelo conurbanense la Universidad de San Martín, la de Quilmes y la de Lanús. Luego llegó la etapa Bicentenario, que llevó a la creación de la Universidad Jauretche en Florencio Varela y la de Merlo. Para 2013, Cascallares fue electo concejal y tomó la iniciativa de ir a la carga por la realización del proyecto trunco para los brownianos.
Dos años pasaron hasta la sanción de la Ley que creó la Universidad Nacional Guillermo Brown. La última que se creó. El 7 de octubre de 2015 obtuvo la media sanción del Senado de la Nación. El proyecto firmado en diputados por Carlos Kunkel contó con el apoyo del sector educativo, organizaciones civiles, el empresariado del Parque Industrial de Burzaco, y múltiples actores del distrito, como el rural, destacó el intendente en uso de licencia. “La universidad es una gran herramienta pensada desde la comunidad organizada”, remarcó Cascallares. Esto, aseguró, hizo posible la plena convivencia de las partes, poniendo como horizonte “el desarrollo de Almirante Brown”.
Pablo Domenichini, ex presidente de la Federación Universitaria Argentina, y ex Secretario nacional de Políticas Universitarias, también destacó este trato fluido y constructivo con el municipio. “Tengo el privilegio de poder trabajar codo a codo con un municipio que tenía como sueño la posibilidad de que haya una institución de educación superior”, señaló el rector. Destacó que desde el primer minuto contó con el acompañamiento de los dirigentes locales, tanto Cascallares como Juan Fabiani, actual intendente interino. Domenichini sostuvo que el mundo universitario es un ámbito de diálogo y consenso que hoy se pudo trasladar fuera de las paredes de la universidad.
Desde finales del año pasado primó nuevamente un debate que tuvo un momento álgido tras las declaraciones de la ex gobernadora María Eugenia Vidal en 2018 sobre el rol de las universidades y la accesibilidad que la sociedad debe tener a los estudios terciarios. “Nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad”, afirmó en aquel entonces. En estos últimos meses, la Cámara de Diputados de la Nación no logró generar el consenso adecuado por el rechazo de la oposición a la creación de nuevas universidades, entre ellas la de Saladillo y la de Pilar.
“No me llama la atención”, expresó al respecto Cascallares. El legislador del Frente de Todos dijo que las actuales tensiones en el Congreso muestran diferencias que tienen relación con lo dicho por el actual Juntos por el Cambio entre 2016 y 2019. “Nosotros creemos que tenemos que seguir abriendo universidades y generando oportunidades, y otros que creen que hay un sector de la sociedad que por donde nacieron o el sector en el que nacieron, no tienen el derecho de acceder a la universidad”, resumió. Cascallares recordó que la disputa con el Ministerio de Educación de la Nación en los años macristas era que la cartera “empujaba a que fuera una institución chiquita, para sectores específicos, donde accedieran solo los que pudieran”.
Ese debate, como tal, es considerado válido por ambos. En realidad, consideraron que pueden ser posturas lógicas de distintos espacios o sectores. Ahora bien, Dominichini manifestó con claridad que “vale la discusión de que modelo, pero lo que no es válida es la discusión de que no se necesita más educación superior, que no hay que seguir desarrollando el sistema, que no hay que darle respuesta a un montón de vecinos, con una universidad de puertas abiertas como la de Brown”. Al expresar su orgullo por presidir la institución, el rector y diputado radical destacó la concordancia que hubo a lo largo de la pandemia para llevar adelante un Universidad que en ese entonces tenía pocos meses de vida.