En febrero las ventas en supermercados medidas a precios constantes retrocedieron 0,1 por ciento respecto al primer mes del año, interrumpen así la recuperación que se había registrado en enero, según datos de Indec. 

Las ventas en supermercados acusan en menor medida el impacto contractivo de la inflación dada la vigencia de Precios Justos y otras ofertas, según la observación que realizan varias consultoras. Las ventas en autoservicios mayoristas, en tanto, crecieron 0,5 por ciento mensual en febrero. Se movieron en línea con las de supermercados. En la comparación interanual las primeras se encuentran 1 por ciento arriba de febrero de 2022 y las operaciones en autoservicios 2,1 por ciento arriba. 

Estas son cifras de estancamiento. Indec también informó las compras y ventas en shoppings que treparon 15,5 por ciento respecto a febrero de 2022, señal de que a ciertos grupos sociales el ajuste le llega menos.

Febrero fue otro mes de aceleración inflacionaria, lo cual puede explicar la magra performance de las ventas en supermercados dado que el poder adquisitivo se resiente paulatinamente. La caída del 0,1 por ciento mensual habla de un estancamiento en este canal de comercialización, al igual que el dato de una variación positiva de apenas 1 por ciento contra febrero de 2022. 

Este último a su vez contrasta con la medición de Scentia, una reconocida consultora de comercio minorista, que para el total nacional había marcado una suba del 8,3 por ciento interanual en supermercados. La hipótesis sobre la que destacaba este informe era una distinción del consumo entre supermercados y almacenes barriales: las personas se alejan de los últimos donde los precios son más caros pues las cadenas de proveedores no aceptan venderles a Precios Justos. Allí la consultora estimaba una caída del consumo cercana al 9 por ciento anual en febrero.

Según la base estadística del Indec, el comercio también se estancó en los autoservicios mayoristas. De nuevo, estos dejaron de ser muy competitivos en relación a los super e hipermercados dado que no siempre reciben productos bajo Precios Justos. En autoservicios las ventas cayeron 0,5 mensual en febrero y crecieron 2,1 por ciento respecto a febrero de 2022. Cabe notar también que el grueso de los productos comercializados por esta vía son productos de almacén (40 por ciento), seguidos por artículos de limpieza y perfumería (29 por ciento) y bebidas (13,2 por ciento), de acuerdo a la Encuesta de supermercados de Indec. De acuerdo a la misma fuente, la oferta más variada de los supermercados incluye productos de almacén en un 15 por ciento, bebidas otro 15 por ciento, artículos de limpieza y perfumería 14 por ciento, carnes y lácteos 10 por ciento cada uno, etc.

En cuanto a los medios de pago el efectivo fue primordial en los autoservicios, mientras las compras en supermercados se cursaron mayoritariamente con tarjetas de crédito. En detalle, las tarjetas de crédito explicaron el 18,6 por ciento de las ventas totales en autoservicios pero 35,7 por ciento en supermercados; las de débito representaron 19,6 por ciento en autoservicios y el 31,6 por ciento en supermercados; el efectivo fue un 40,9 por ciento en autoservicios y 29 por ciento en supermercados; se completa con otros medios de pago.

Por último, las ventas en shoppings que son indicador de la capacidad de consumo de las clases altas y medias altas mostraron una buena dinámica en el segundo mes del año, con un incremento del 15,5 por ciento interanual medido a precios constantes, aunque vienen desacelerando respecto de meses previos. A modo de referencia en el acumulado de 2022 las mismas habían trepado 35,1 por ciento interanual.