Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), nos damos por aludidos cada vez que se produce un ataque a la educación pública y sentimos la necesidad de responder en su defensa, aunque se trate de expresiones vacías de contenido riguroso y sin fundamentos válidos, como han sido los dichos del precandidato presidencial Javier Milei durante la pasada semana.

Entendemos que la talla del discurso de este personaje mediático que el poder dominante injertó en la arena política no justifica una respuesta institucional; sin embargo, si hay una valiosa razón para salir a responder este tipo de agresiones que se “tiran al aire”, porque su discurso está siendo utilizado por el sector más rancio de la derecha para profundizar el ataque a la educación pública (a todo lo que sea público) y llegar, con esa estrategia, a una porción importante de la población que se encuentra permeable a estas ideas y que resulta ser un blanco predilecto en la campaña electoral de dicho sector.

Entre los tantos disparates que plantea el candidato de la ultra-derecha en la Argentina, dice que, en caso de ser presidente, “eliminará la obligatoriedad en el sistema educativo y entregará vouchers para acceder a la educación”. Esto nos retrotrae a décadas pasadas, cuando bajo las regulaciones de la derogada Ley Federal de Educación, se llevaban a cabo los ajustes, el avance privatizador, la exclusión y la fragmentación más brutal que sufrió el sistema educativo en la historia reciente.

La Internacional de la Educación, que cuenta con más de 33 millones de afiliados/as docentes en todo el mundo, (IEAL), justamente realizó una actividad durante los días 17, 18 y 19 de abril, en la CTERA, en la que se lanzó la campaña: “Por la pública!, creamos escuela”. Esta campaña es en defensa de la Educación Pública y en contra del avance de la comercialización y mercantilización de la educación.

Hoy se hace cada vez más evidente el movimiento en pinzas que hacen desde el Banco Mundial, el BID, la OCDE, las fundaciones y ONGs privadas, y hasta la misma USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), para operar sobre los Estados y promover el avance privatizador en los sistemas educativos de los distintos países.

Tal como se ha planteado en el lanzamiento de esta Campaña mundial por la educación púbica, hay un discurso común entre los economistas de derecha, donde plantean como diagnóstico “que la educación pública es un fracaso, que la inversión del Estado no ha resuelto los problemas, y que se tiene que destinar los recursos públicos a la iniciativas privadas”.

La idea privatista y de comercialización de la educación viene “con un modelo educativo enlatado, idéntico para todo el mundo. Sin respetar las particularidades regionales, ni diferencias que existen entre los continentes, entre los países, y aun dentro de cada países. Así se producen contenidos para que la educación no sea un acto crítico ni liberador, sino un acto de dependencia como lo son otras actividades que regula el mercado.

Volviendo a los dichos de Milei, el pre-candidato tendría que saber que los sistemas de escuelas vouchers han fracasado en todo el mundo, y el ejemplo de Chile que utiliza, representa justamente todo lo contrario, ya que en el hermano país, actualmente están tratando de avanzar hacia la estatización de la educación y la gratuidad para tratar de salir del gran fracaso que ha sido tener uno de los sistemas educativos más excluyentes y desiguales del planeta, debido a la gran cantidad de años en los que Chile tuvo educación privada para la mayor parte de su población. La idea de los vouchers refuerzan las concepciones individualistas, profundizan las desigualdades y convierten a la educación en una mercancía más. La salida, por el contrario, es con más presencia del Estado, con proyectos colectivos, solidarios y de ampliación de derechos, especialmente, para los sectores más desprotegidos de la población. Un derecho como la educación, no puede dejarse librado a las reglas del mercado.

En este sentido, nos hacemos eco de la nota publicada por Alfredo Zaiat en este medio, en la que hace referencia a la propuesta de dolarización de la economía que hace Javier Milei, llegando a la conclusión de que “Milei es un chanta”. Retomando esta definición, la propuesta educativa de Milei refuerza esta idea y realmente es un verdadero chanta porque, tal como lo define Zaiat, es alguien que “presume una capacidad, un conocimiento, que en realidad no posee.

Milei no entiende nada de educación, lo único que conoce, parecen ser los titulares de la reforma neoliberal de los años ´90, y con ese discurso que atrasa, no hace más presentar una propuesta que se cae por su propio peso, que de manera exitosa no existe en ninguna parte del mundo, tal como lo está sucediendo con la idea de dolarizar la economía.

Estos personeros de la derecha deberían saber del prestigio y el reconocimiento que tiene la educación pública en nuestro país. Un prestigio como en pocos, y que, en todo caso lo que hay que proyectar es el mejoramiento del sistema, su fortalecimiento con mayor inversión, y la reconfiguración de las principales formas de organización del sistema para que esté cada vez más acorde a las necesidad de los nuevos tiempos.

Pero eso se logra con más escuelas públicas, mejores condiciones laborales, más pibes y pibas en las instituciones y no en las calles, salarios dignos, con formación docente como derecho y no como mercancía, y con muchas cosas más, como las que CTERA viene exigiendo en todo este tiempo, en defensa de la Educación Pública.

* Secretaria General de CTERA 

** Secretario de Educación de CTERA