La conferencia internacional sobre el proceso político en Venezuela concluyó este martes en Bogotá con una declaración en la que los países participantes coincidieron en la necesidad de establecer un cronograma para elecciones libres y un levantamiento progresivo de las sanciones que pesan sobre el país caribeño. El presidente colombiano y anfitrión del encuentro, Gustavo Petro, busca reanimar los diálogos en México, congelados desde noviembre pasado. Petro remarcó que la región "no puede ser espacio de sanciones, sino de libertades y democracia".
Los tres puntos acordados
El canciller colombiano, Álvaro Leyva, informó que los 18 países asistentes a la reunión internacional coincidieron en la "necesidad de establecer un cronograma electoral que permita elecciones libres, transparentes y con plenas garantías para todos los actores venezolanos". Se trata del primero de los tres puntos de consenso entre los participantes, que volverán a ser convocados "prontamente" para una "segunda oportunidad" para "hacer seguimiento a los desarrollos de lo alcanzado" en esta conferencia.
En ese sentido, la declaración conjunta menciona en su segundo punto "que los pasos acordados a satisfacción de las partes vayan en paralelo con el levantamiento de las distintas sanciones", sin aclarar si se refiere a las económicas que pesan sobre la población o a algunas personales sobre representantes del chavismo.
En tercer lugar, también existe una postura común de los participantes respecto a que "la continuación del proceso de negociación facilitado por el Reino de Noruega que ha tenido lugar en México sea acompañada con la aceleración de la implementación del fondo fiduciario único para la inversión social en Venezuela", informó Leyva.
Se trata de lo acordado en la última reunión de México, cuando el gobierno venezolano y la oposición solicitaron el desbloqueo de tres mil millones de dólares para dedicarlos a proyectos urgentes, un fondo que está retenido y que ahora piden que se conceda para poder volver a la negociación.
Además de los 18 países invitados, a esta conferencia asistió también el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. Se hicieron presentes los cancilleres de Chile, Alberto van Klaveren; Bolivia, Rogelio Mayta, y Argentina, Santiago Cafiero, mientras que el resto de los países estuvieron representados por embajadores u otros diplomáticos.
"Las sanciones han recaído en la sociedad"
Las posiciones comunes alcanzadas siguen la línea de lo trazado por Gustavo Petro durante la apertura del acto, cuando dijo que "América no puede ser un espacio de sanciones, tiene que ser un espacio de libertades, de democracia". El presidente colombiano también citó el pedido de elecciones libres y "garantías para que el pueblo venezolano decida libremente y soberanamente qué quiere".
Petro, promotor de esta conferencia para reactivar los diálogos entre el gobierno y la oposición venezolana en México, indicó que, en su opinión, el primer paso es que Venezuela vuelva al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, del que salió en 2013. Ese sistema, según el mandatario colombiano, es un espacio para "encontrar las formas de una mejor democracia", por lo que el reingreso sería el primer paso para el resto de las demandas, tanto de la oposición como del gobierno venezolano.
"La sociedad venezolana quiere no ser sancionada porque las sanciones han recaído en la sociedad", remarcó Petro, quien se refirió a la diáspora venezolana, ya que en las calles colombianas, el primer receptor de su migración, se ve al pueblo venezolano "muerto de hambre". Además el exguerrillero reconoció los pedidos de la oposición venezolana, con la que se reunió el sábado pasado, de un "cronograma de elecciones y garantías democráticas".
Gesto de la Unión Europea
El alto representante de la UE, Josep Borrell, sostuvo que el bloque comunitario está dispuesto a revisar las sanciones personales que tiene dictadas sobre altos cargos del chavismo si avanza "la normalización democrática" en Venezuela y hay "elecciones libres, transparentes e inclusivas". Borrell aseguró que esta "revisión" se daría porque estas sanciones "no son eternas, las sanciones no se hacen para que duren para siempre, se hacen para conseguir que el proceso de normalización democrática avance".
Por su parte el canciller argentino, Santiago Cafiero, abogó por el diálogo entre venezolanos, "sin presiones externas", como la vía para una salida a la crisis de ese país. Cafiero destacó que "la democracia, los derechos humanos, la recuperación de la economía venezolana y el bienestar de su gente son objetivos perfectamente compatibles" y aseguró que las sanciones y los bloqueos nunca contribuirán a ese fin".
¿Qué dijo el gobierno venezolano?
El gobierno de Venezuela aseguró que "toma nota" de la conferencia internacional reiteró sus exigencias para "avanzar en el diálogo" con la oposición en México. Poco después de que concluyera el encuentro en Bogotá, el Ejecutivo emitió un comunicado en el que reiteró la "necesidad imperante" de que sean levantadas "todas y cada una de las medidas coercitivas unilaterales, ilegales y lesivas del derecho internacional que constituyen una agresión a toda la población venezolana y que obstaculizan el desarrollo de la vida económica y social del país".
El documento compartido por el canciller de Venezuela, Yvan Gil, indicó que el "camino para avanzar en el diálogo político pasa por el cumplimiento a cabalidad del compromiso alcanzado en la mesa de negociación en México" para la "creación de un fondo social que, con la liberación de recursos pertenecientes al pueblo venezolano, contempla inversiones en salud, educación, servicios públicos y mitigación de riesgos".