Hubo una frase determinante para que Jana Purita decidiera hacerle un homenaje a Nelly Omar. Un principio motor en clave de chacarera: "cantor para cantar si nada dicen tus versos/ ay para qué vas a callar al silencio". Por supuesto que es ella misma quien se explaya en la razón: "siento una enorme responsabilidad cuando me subo al escenario, y no canto sólo porque me gusta, sino porque quiero contribuir a nuestra identidad nacional, siempre cercada por la globalización", razona la también pianista y actriz, en línea con "Entre a mi pago sin golpear", de Pablo Trullenque y Carlos Carabajal. "Entonces, como cantante lo que me importa no es tanto cómo suena mi voz sino lo que pienso: yo diría que la voz es justamente ese deseo profundo de expresar una idea, un sentimiento", prosigue y la oportunidad de repetirlo será este sábado a las 21.30 en el Nivangio Club Cultural (Colombres 946), donde Purita volverá a mostrar Nobleza de arrabal, un recital inspirado en vida y obra de la gran Nelly Omar.

Cómo pasó el sábado pasado con Neli Saporiti, esta vez lo hará acompañada por la voz de Julia Calvo, que viene con pergaminos suficientes como para dar con el objetivo: fue la voz de Omar en el musical Manzi, la vida en Orsai. "Hacemos canciones del repertorio de Nelly, caballitos de batalla como "Tu vuelta", "Parece mentira", "Desde el alma",  junto a los emblemáticos "Sur", "La descamisada", y muchos otros, que forman un cuadro de arrabal lleno de historias del pueblo trabajador", cuenta la cantora, que estuvo y estará acompañada por el trío de guitarras liderado por el arreglador y compositor ex Saloma, Hugo Romero (él + Julián Pollini y Nico Pérez), y "contextualizada" por fragmentos del documental --aún inédito-- llamado Nelly Omar, cantora nacional, de su sobrina Teresa Saporiti. "Se trata de un documental sensible, que permite conocer a Nelly con muchos matices… aún no se puede estrenar debido a los altos costos que cobra SADAIC, pero ella cedió alguna imágenes para narrar parte de la historia de Nelly, y lo subió a internet para que todo el mundo lo pueda ver", cuenta Jana, acerca de uno de los "paratextos del texto".

El otro --historias de la descamisada del tango que se van narrando entre pieza y pieza-- parte del libro Voz de Alondra, del poeta e historiador lunfardo Juan Carlos Jara. "Con el director de la puesta (Eduardo Bertoglio) elegimos relatos que tuvieran un contenido que ayude a saber, en dos palabras, quién es Nelly Omar: su vocación por el canto, su deslumbramiento con Gardel, su exitoso debut, su trayectoria y la proscripción. Y preferimos los que tienen algún rasgo de humor porque era otra característica de su personalidad. Por supuesto tuvimos con qué, porque este libro es una biografía muy completa de Nelly, (la verdad no encontré contradicciones entre el libro y los audios radiales de entrevistas a ella) y a la vez que reflexiona sobre nuestra historia social, política y cultural, desde el nativismo de principios de siglo hasta la actualidad".

En todo ese apoyo se basa entonces Nobleza de arrabal --así le puso al espectáculo, en honor a la pieza del tándem Manzi--Canaro-- y lo justifica tendiéndole otro puente a la homenajeada. "Es un tema que describe la vida de un cuarteador que vive en Valentín Alsina, y a través de esa descripción expresa un elogio de la vida simple: la vida de un  trabajador que agradece tener un ranchito con aljibe y cina--cina, una mujer que lo respeta y lo adora, y un caballo frisón que es su orgullo. Elogiar la nobleza de la gente trabajadora es toda una declaración de principios acerca de desde dónde nos posicionamos como artistas, y desde ahí lo hacía Nelly", expresa música, parada, como la Gardel con polleras, entre el campo y la ciudad, y con dos discos bajo el brazo: Tangos canallas, publicado en 2007 y centrado en historias reas arropadas con tangos de los veinte. Y Puerta abierta, que salió a la luz tres años después, junto al trío de guitarras Fierro Chifle que (oh casualidad) también está dedicado a Omar. "Todo desemboca en ella, porque representa una parte fundamental de nuestra cultura y su vida y trayectoria son un ejemplo de dignidad, de lealtad a sus ideales, y de autodeterminación. Fue una mujer adelantada a su época, como su amiga Evita", finaliza una mujer que bien podría pasar la ecuación de dos a tres.