Celestino Benítez, un jubilado del frigorífico Swift, de 82 años, fue baleado por la espalda el martes por la noche, mientras cenaba con uno de sus hijos, dentro de la vivienda de Patricias Argentinas al 4200, en barrio Tablada. Testimonios apuntaron a que las balas que partieron de una moto en movimiento iban dirigidas a un búnker lindero, donde más tarde se secuestró una escopeta y municiones, aunque ya no se encontró a nadie. En medio del dolor, la familia del hombre aseguró que fue "una equivocación". Es el crimen número 98 en lo que va del año, en el departamento Rosario.

Desde Fiscalía se indicó que el hecho ocurrió pasadas las 20, cuando ingresaron llamados al 911 que daban cuenta de una persona herida de arma de fuego. La víctima fue trasladada al Hospital Roque Sáenz Peña por sus familiares, con "múltiples heridas en la espalda", y falleció pocos minutos después.

Al mismo tiempo, indicaron que testimonios aportados en la investigación que está a cargo del fiscal Ademar Bianchini dan cuenta que dos personas que se desplazaban, con su rostro cubierto, a bordo de una motocicleta y que desde allí efectuaron disparos que impactaron en el frente de la vivienda y en la víctima.

Más tarde, durante un procedimiento en el domicilio lindero, personal policial secuestró un arma de fuego -escopeta calibre 12/70- con cartuchos calibre 12. Vecinos dijeron ayer por la mañana que al lado de la casa del jubilado funcionaba un punto de venta de drogas, según se indicó en Radio2 sobre el lugar que ya había sido blanco de balas en junio de 2022 y también allanado en el marco de un operativo que llegó a diferentes domicilios de zona sur, por hechos de balaceras, homicidios y otros sucesos violentos entre grupos delictivos relacionados con el narcomenudeo en la zona. 

En cercanías a la escena del crimen ya hubo otros hechos de sangre. A principios de este mes fue asesinado a pocos metros de allí, en Patricias Argentinas y Garibaldi, un chico de 15 años.

Ayer, la familia de Celestino no salía del dolor. “Fue una equivocación”, dijo la ex nuera de Celestino, que antenoche escuchó la moto acelerar y el estruendo de los disparos. “Escuchamos los tiros y al ir a ver qué pasaba, mi suegro ya estaba en el piso. Una bala le pegó a él y la otra dio en la heladera. Él estaba sentado, comiendo con mi ex marido. Era jubilado... 82 años tenía”, lamentó la mujer.

Al llegar al lugar, personal policial inició las tareas solicitadas por el fiscal, y en la escena del hecho fueron levantadas cinco vainas servidas que serán enviadas a peritar. Horas después, en el marco de las mediadas investigativas, se secuestró la escopeta en el domicilio lindero a la casa de la víctima. En ese lugar, ayer por la mañana quedaron una cama de una plaza, un par de sillas y una mesa, quemadas tras el asesinato del jubilado.