La Dirección General de Aduanas denunció a la multinacional estadounidense de consumo masivo Procter & Gamble (Pampers, Ariel, Gillette, Head and Shoulders , Pantene, Oral B, entre otras marcas) por sobrefacturar importaciones y manipulación de precios internacionales.
Según información a la que accedió PáginaI12, la firma registraba sus importaciones en los puertos de Buenos Aires y Campana a un precio entre 300 y 500 por ciento mayor a lo que reportaba en el origen de la importación. Esta situación, que se dio entre 2019 a la actualidad favorecida y formalizada por una decisión a medida de la AFIP del gobierno de Mauricio Macri, le generó al Estado argentino un perjuicio de 68 millones de dólares por giro indebido de divisas.
La historia de esta denuncia, de la que la empresa en cuestión ya fue notificada, está llena de curiosidades e irregularidades. Entre 2014 y 2019, la firma Procter & Gamble venía siendo sancionada por el Estado y denunciada penalmente por falsear los valores de las importaciones, algo que viola reglas globales del comercio. El procedimiento era pagar las sanciones y seguir en esa misma línea. Era, según fuentes del sector, la única empresa que tenía una práctica irregular de comercio exterior tan compleja.
Una manito de Macri
Pero en 2019 el gobierno de Macri pareció querer darle un marco formal a lo que antes era ilegal y le hizo una Resolución a medida. En la AFIP, que entonces estaba bajo la órbita de Leandro Cuccioli, Procter fue autorizada a operar en el régimen dispuesto por la Resolución Gral. AFIP N° 4419. Eso empezó a regir en julio del 2019 y sigue vigente, por lo cual la Aduana que conduce Guillermo Michel no sólo denunció la operatoria sino que también pidió la derogación de la norma que pone a derecho una maniobra irregular con dólares. Lo curioso es que en el registro de operaciones que se abrió tras esa normativa, figura solo una empresa: Procter & Gamble.
La operatoria habilitada por la Resolución le otorga a la empresa la posibilidad de realizar la importación acompañando una declaración de valor provisoria. Agrega además que en base a pautas contractuales anteriormente informadas al Organismo, el importador podrá posteriormente modificar dicha declaración. En síntesis, habilita a Procter a modificar el valor de la importación las veces que quiera entre salida de fábrica y el destino.
Esa operatoria no solo supone una sobrefacturación de importaciones, sino que impacta directamente en los resultados contables de la empresa, dado el volumen de la práctica. Además, viola el concepto de inalterabilidad del despacho de importación: si una firma informa que importa por 200 en su llegada a Argentina, la salida del producto, en el caso de Procter desde Uruguay, debería salir al mismo valor, pero eso no ocurre, sino que sale a mucho menos valor. Así, la empresa le saca al Estado argentino divisas de manera irregular, en un país en el que dólares no sobran.
El impacto del volumen
De esta maniobra el Estado se percata fácilmente, vía el sistema INDIRA, que muestra on line los valores declarados de importaciones en todo el Mercosur. Esas maniobras le restaron al Estado 68 millones de dólares, y también se ven en los registros de la empresa.
Hoy, como método de atenuar el impacto de la movida que se inició en la AFIP de Macri, Aduanas le está cobrando a Procter todo el dinero del excedente de sobre el 70 por ciento de la refacturación. El problema es que la empresa está muy por sobre ese margen y sin hacer caer esa norma lo seguirá haciendo.
La operatoria se da con ventas sucesivas dentro del mismo grupo económico y el que está justificando los márgenes de refacturación es el conocido como el tercer operador, PROCTER & GAMBLE INTERNATIONAL OPERATIONS de Suiza. Según los registros, eso se ve en los períodos 1/7/2019 al 30/6/2020, 1/07/2020 al 30/6/2021 y 1/07/2021 al 30/06/2022. Como consecuencia de ello, aseguran las fuentes, la División mencionada practicó sendos ajustes de valor, en la Actuación 18005-4-2021. A su vez, la División Control de Cargos y Pagos reclamó y cobró el importe de los tributos resultantes, más los intereses pertinentes.