Bodegón renovado
La esquina de España y Agustín Álvarez está de fiesta: con un pequeño cambio de cara, reabrió allí La Sarita, un bodegón de casi 100 años ubicado en el barrio de Florida. La casa comenzó a construirse en 1930, de la mano de un arquitecto que le puso el nombre de su hija menor, Sara, para abrirla finalmente en 1934 como despensa y despacho de bebidas, ofreciendo además platos del día, y convirtiéndose así en una parada de trabajadores hambrientos y vecinos en busca de comida simple y rica.
El espacio conserva su fachada art decó, sumando renovaciones en el interior: sillas de caño con estampados floreados, mesas de fórmica, paredes repletas de cuadros con actrices de otra época y músicos que ya no suenan pero que viven en el recuerdo.
Hoy La Sarita está en manos de Federico Otero y Florencia Estrella, sus nuevos dueños. Tras unos meses de obra ellos mantienen la esencia bodegonera, mejorando al mismo tiempo la calidad de los productos que ofrecen.
Con impronta española, La Sarita sirve minutas como la clásica tortilla con o sin chorizo (lo colocan por encima y no en su interior), que llega al punto deseado. Son deliciosos los langostinos al ajillo y se suma un noventoso pero cumplidor melón con jamón crudo. También están los infaltables buñuelos de espinaca y una fainá gratinada (podría mejorar el graten y ser algo más gruesa), que llega a la mesa con una pequeña ensalada de cebollas y perejil bien aliñada. Más de fondo son correctos los arroces en paella con su alioli, hay algunas pastas y brilla la estrella del lugar, la milanesa de pollo o carne para compartir, en versión clásica y napolitana. Los postres son tradicionales y bien hechos; para beber se puede elegir de una amplia carta de vermús y vinos. Entre los camareros, ahí está Pedro, un mozo de los de antes, que defiende el oficio con profesionalidad y memoria.
Comer en la zona de Florida no siempre es fácil: La Sarita ofrece una buena relación de precio calidad (una cena completa rondará los $6000 por persona) con sabores tan conocidos como entrañables.
La Sarita queda en España 506, Florida. Horario de atención: martes a sábados de 20 a 24. Instagram: @lasaritaflorida.
En el horno
Con la apertura de La Nonnina, el barrio de Beccar logró tener su representante de pizza napolitana, ese estilo tan de moda en polos gastronómicos porteños pero que aún escasea en zonas que van más allá de la General Paz.
Santiago es lo que se puede llamar “un fanático de la pizza”: aprendió a elaborarlas, luego comenzó a venderlas, primero a algunos amigos y conocidos, para finalmente ampliar el círculo amparado por las necesidades crecientes de la pandemia.
Lo primero que hizo Santiago fue construir su propio horno a leña en el patio de su casa: ese horno era pequeño y rústico pero funcionaba y le alcanzaba para satisfacer sus tertulias pizzeras, mientras vendía lo que sobraba. Luego, ante una demanda que no paraba de crecer, decidió ir por más y compró para el garage de su casa un gran horno típico napolitano, de esos revestidos con lajas o venecitas, siempre alimentado a leña. De ahí saca hoy las pizzas que utilizan los mejores productos disponibles en el mercado: algunos son importados, como la harina italiana Caputo o los tomates italianos; otros son nacionales, como los excelentes quesos de Ventimiglia, la quesería de Mauricio Couly en la Patagonia.
La Nonnina funciona principalmente por delivery o take away; la casa recomienda esperar la pizza con el horno ya caliente para darle un golpe de calor justo antes de comer. Y los fines de semana (con reserva previa), el lugar suma la opción de comer en el living, comedor o patio de la casa de Santiago, atendidos por él mismo. Es lo más parecido a ir la casa de un amigo, con trato informal, amable e íntimo.
La clásica margherita ($2300) trae fior di latte, parmesano y oliva. La formaggi ($2500) incluye queso ahumado, provolone, caciotta de oveja y gorgonzola. La favorita de la casa, la diavola, suma parmesano y pecorino estacionado con longaniza calabresa ($2550).
Buenas pizzas en un emprendimiento pequeño en tamaño y grande de corazón.
La Nonnina queda en Beccar (la dirección la pasan al hacer el pedido). Teléfono: 11-6949-2158. Horario de atención: miércoles a domingos de 19:30 a 23. Instagram: @lanonninapizza.
Feliz inauguración
La reconocida Felicitas Pizarro abrió su primer lugar propio, Maíz, ubicado en Nordelta, donde comparte locación con la conocida panadería La Valiente. Allí, esta cocinera que se hizo famosa brillando en You Tube junto al británico Jamie Oliver, ofrece platitos pequeños, chacinados, una interesante variedad de quesos y una moderna cava de vinos; además acaba de inaugurar el sector de fuegos, donde suma parrillas, horno de barro y asadores para calentar los días de este otoño.
Maíz tiene un pequeño y precioso salón cerrado de amplios ventanales, de un estilo cuidado y relajado. Pero lo mejor es aprovechar el jardín -donde también funciona un vivero- con largas mesas comunales, pérgolas para dar sombra los mediodías y la cocina de brasas a la vista.
El menú es simple, con varios best sellers para recomendar: se puede comenzar con quesos y charcutería, con opciones como la porción de pata de cerdo cocida con pan, manteca y queso semiduro ($2000) o el leber con relish ($2000). Hay ensaladas como la de duraznos asados ($2600) con hojas verdes, jamón crudo y boconccinos. Sigue el capítulo de fuegos con opciones que van desde la empanada clásica de carne a cuchillo u otra de quesos ($1100), ambas hechas en el horno de barro; o la provoleta ($2000) que sale con tomates asados y albahaca.
Hay hamburguesas y lomitos completos ($2900), cortes de carne variados como el clásico ojo de bife ($4700) que sale con una humita cremosa o la abanderada entraña ($4700) con salsa romesco y hojas verdes. De lado vegetariano, se suman porciones de vegetales asados ($1700), también hongos con ricota, limón, hierbas y florentino ($2000) y la tentadora cabutia ($2000) con crema de maní, chile, pesto y stracciatella. Para el final, Felicitas apuesta a clásicos golosos y bien hechos: queso y dulces caseros ($1200), panqueque de dulce de leche o flan mixto ($2000), entre otros. Uno de esos lugares para caer un domingo de mediodía y ya no querer irse.
Maíz queda en Bolaños 1654, Rincón de Milberg, Tigre. Teléfono: 11-5706-7759. Horario de atención: miércoles, jueves y domingos de 10 a 18; viernes y sábados de 10 a 24. Instagram: @maiz.nordelta.