En una de las áreas de contención social en las que el Estado se ocupa de restituir derechos a niños, niñas y adolescentes en diversas situaciones de riesgo, quienes cumplen esa función no logran que el mismo Estado les reconozca sus derechos laborales. La Secretaría de Niñez mantiene en estado precario, con contratos basura –en algunos casos, desde hace 10 años– a unos 120 agentes en toda la provincia. Y los retribuye con un salario de entre 60 y 65 mil pesos mensuales, a razón de $380 la hora.
En este marco, y ante la falta de respuestas por parte del Ejecutivo provincial, decidieron sacar su reclamo a la calle y a las redes sociales. Por eso ayer quienes trabajan en la oficina de Rosario se congregaron a las puertas de la repartición, en cortada Ricardone al 1300 para sacar (otra vez) su precarización a la luz pública.
"Quienes venimos trabajando en Niñez desde 2019 venimos reclamando el pase a planta permanente y la regularización del estado de precariedad laboral en el que nos encontramos. Somos muchos quienes hace ya varios años realizamos tareas de planta permanente sin estar contratados, con magros sueldos de $380 la hora de trabajo y llevando adelante espacios en el epicentro mismo de la pobreza urbana y la violencia del narcotráfico", señalaron a través de una carta abierta los trabajadores del área a cargo de Patricia Chialvo, en el Ministerio de Desarrollo Social, de Danilo Capitani.
Este colectivo incluye "acompañantes convivenciales", como se les suele llamar a los operadores en territorio, y también trabajadores sociales, psicólogos y abogados, entre otras profesiones. Unos y otros llegan a cobrar 65 mil pesos mensuales como máximo, según revelaron. "Hace años venimos cobrando a través de un programa de acompañamiento desregulado, y así se sostiene la precarización. Algunos son monotributistas como condición que le habían impuesto para pasar a planta. Nunca sucedió. Otros pasamos una planilla con las horas trabajadas, unos 120 horas y otros 180 horas semanales, a razón de $380 la hora", expusieron dos trabajadoras de Niñez al programa La siesta jugada, de Radio Nacional Roberto Fontanarrosa.
La situación ha ido de mal en peor desde el último semestre del año pasado, cuando sus remuneraciones experimentaron recortes, según denunciaron.
"Somos cientos de trabajadorxs precarizadxs del área de Niñez, Adolescencia y Familia; viviendo cotidianamente el abuso de poder ejecutada en nuestras economías familiares, en nuestra salud mental e integral ya que sostenemos y acompañamos situaciones complejas de niños y adolescentes que han sido vulnerados, y nosotros mismos también somos vulnerados desde hace años”, expusieron.
En el documento puntualizaron la relevancia de su función. "Somos quienes cuidamos de las infancias y las juventudes, prestamos oídos a sus problemas y necesidades, cambiamos pañales, alimentamos a niños y niñas que sufren la más cruda de las pobrezas; quienes intervenimos en situaciones de abusos y violencia; somos quienes día a día tratamos de sostener algo que parece cada vez más insostenible, porque los niveles de violencia y hambre aumentan, y aún así vamos a poner el cuerpo por lxs pibxs".
Las trabajadoras agregaron la situación de quienes incluso deben cubrir turno noche y arreglárselas con el cuidado de sus hijos sin el presupuesto suficiente para costear una niñera.
Segú refirieron, el 31 de marzo habían acordado en reunión con delegados gremiales y gubernamentales, en comisión paritaria, proceder al pase a planta permanente de trabajadores. Hay un grupo que tiene expediente administrativo desde julio de 2022, pero ha quedado en el freezer.
Ante ello, la preocupación que les urge es la posibilidad de que este año cambie el color político de la administración y su estabilidad laboral quede en riesgo cierto. "Debemos pasar a planta porque así nos asiste el derecho y porque al no tener un contrato, quedaremos en una zona gris en cuanto a nuestra condición laboral", explicaron.