En el marco del Día del Animal, que se conmemora cada 29 de abril, veterinarios y especialistas dialogaron con Página|12 sobre cuidados y recomendaciones para perros ancianos, y también brindaron consejos útiles para los tutores de razas caninas especiales y muy populares en el último tiempo, como el bulldog francés o el dachshund, también conocido como "salchicha".
Hace mucho tiempo que los perros dejaron de ser una simple compañía y empezaron a ser tratados con un cariño recíproco y fueron considerados como un miembro más del núcleo hogareño con el cual compartir una vida. Hoy en día, en la mayoría de los casos, estas mascotas se conviertien en un integrante más de las familias y las viviendas unipersonales desde que son cachorros hasta sus últimos días.
Al igual que los humanos, los perros atraviesan distintas etapas en sus vidas, pero en un tiempo más corto. Durante el período de la vejez, estos animalitos domésticos demuestran varios cambios en su físico, comportamiento y humor. Tal es así que muchas personas se angustian y dudan cuando advierten los primeros signos de esta etapa: ¿qué se hace cuando al compañero canino de la casa se le cae el pelo y se le vuelve más blanco, o cuando duerme más horas y camina menos, o cuando ve menos que antes, o cuando pierde masa muscular pero aumenta de peso, o cuando juegue y ladre pocas veces?
Cada etapa de la vida de un perro tiene características propias, por lo que se necesitan implementar cuidados específicos. Afortunadamente, la esperanza de vida de las mascotas se extendió, sobre todo a partir de los avances de la ciencia veterinaria en especies caninas y un aumento de la sensibilidad por los animales en la sociedad. Tal es así que, en la actualidad, las personas asumen mayores compromisos y responsabilidades en torno a la crianza de un perro para garantizar su bienestar en cada momento.
¿A qué edad se considera a un perro anciano?
Para la veterinaria especialista en gerontología Brenda Viñas, no existe "un consenso" médico que determine la edad en la que se puede considerar como anciano a un perro. Dependerá, en todo caso, "del tamaño" del animal, y si es "mestizo" o "de raza". Sin embargo, aclara que "en líneas generales, a partir de los 7 años se puede decir que son gerontes o adultos mayores", y a su vez señala que "dentro de esa etapa, se dividen en lo que es un adulto sano -el geronte propiamente dicho- y el paciente geríatrico, que ya tiene alguna cormobilidad".
La enorme variedad de razas y mestizos que existen hasta el momento y sus diferencias en su forma de crecimiento y desarrollo condicionan la etapa de la ancianidad. Así lo explica por su parte Jorge Nosenzo, miembro del Consejo Directivo del Colegio de Veterinarios de Buenos Aires (CVBA).
"Las razas chiquitas y los mestizos son más longevas que las razas grandes y las puras. La explicación para esto es la selección natural: mientras que en los mestizos sobrevive el más fuerte, en las razas puras sobrevive el que es más lindo”, apunta el veterinario.
El especialista en caninos considera que la expectativa de vida de los perros incrementó debido a los avances científicos y la concientización de los derechos de los animales en la sociedad. Por eso, aclara que si en la actualidad existen perros que pueden vivir hasta los 20 años, ocurre en "casos muy puntuales".
"Tienen que ser, por lo general, perros de tamaño chico. También pueden ser algunos de raza, siempre que estén bien cuidados. En esos casos se considera que un animal de 10 años ya es adulto. Por otro lado, en las razas grandes y de raza, a los 8 años ya se lo considera viejo y requiere de más cuidados”, argumenta.
Perros ancianos: qué cuidados hay que tener
La medicina preventiva es la mejor cura para un problema o enfermedad en perros gerontes. Los especialistas, tanto Brenda como Jorge, creen que la prevención es una clave para que las mascotas sufran menos y lleguen a pasar sus últimos días de vida en el estado más saludable posible. Esto se logra con una o dos visitas al año al consultorio veterinario.
"Trabajar sobre un adulto sano nos ayuda a evitar la etapa de geriátrico. En general, dentro de lo que es la medicina preventiva, están las consultas clínicas, los análisis de sangre y de orina, y los estudios complementarios de imagen o cardiológicos", ejemplifica la gerontóloga.
El médico veterinario de la UBA sostiene además que es infaltable que el animal "tenga la vacunación anual al día". En ese último punto coincide Viñas, que critica el "mito de que a mayor edad menos vacunas se necesitan".
Es bueno tenerlos protegidos, con un buen peso, con una buena nutrición, un estímulo cerebral para que no envejezcan cerebralmente, y el manejo del dolor", afirma. Además, la especialista insiste en el cuidado del animal "desde el punto de vista cognitivo" para "enlentecer, diagnosticar y tratar el estado senil". “La medicina preventiva y el poder identificar la necesidad de cada paciente hace que vivan más”, asegura.
Consejos veterinaros para mejorar la alimentación y adaptar los ejercicios
Cuando el perro es adulto ya aprendió todos los trucos y mañas para que sus tutores le conviden comida de la mesa. La clave, para ellos, está en enternecer y ablandar el corazón de quienes estén a cargo con gestos y sonidos especiales: a veces lo consiguen apoyando una pata sobre una de las piernas, otra veces abren bien grandes los ojos y bajan las orejas, y en otras ocasiones, simplemente ladran o emiten sonidos particulares. Pero cuando un perro envejece es importante restringir esos "caprichos", modificar su dieta diaria e implementar una rutina de ejercicio adaptada a su diagnóstico para evitar la obesidad y el sedentarismo.
Nosenzo explica que con el paso de los años el desgaste físico en las articulaciones y en los huesos "conlleva a que el animal haga menos ejercicio", por lo que si el dueño del perro mantiene las malas costumbres e implementa "la misma porción y los mismos nutrientes alimenticios" en el plato canino, la energía se va a conservar como grasa". En especial si está castrado. "Hay que estar muy atento y buscar la forma de que no aumente de peso, porque bajar es muy difícil", asegura.
“La obesidad es un problema del propietario: si no entiende que tiene que reducir las calorías para que no aumente de peso, el perro no lo va a hacer”. En algunos pacientes con obesidad llega a indicar "hasta uno o dos días de ayuno completos", es decir, que la mascota "no tiene que comer nada". Y continúa: "Si es necesario, se puede suplementar con vitaminas”.
Los perros no dejan de querer pasear por volverse viejos, sino que sienten más incomodidad por el dolor en los huesos y los músculos, dice Viña. Por esto, remarca que es importante implementar "caminatas de salud". "El perro debería moverse todos los días. Pequeñas caminatas son mucho mejores que una vuelta larga", aclara.
"Hay que prestarle atención a cuánto tardan en recuperarse de un paseo. Somos nosotros los que tenemos que limitar los tiempos y las velocidades en las caminatas de salud, haciendo pausas y prestando atención a cómo se siente después”, precisa.
Perros ancianos: cómo adaptar el juego y el hogar
"Los perros juegan toda la vida, pero adaptan el juego", indica la gerontóloga veterinaria, y añade: "No debemos normalizar que porque esté viejo no tenemos que hacer nada: si le gusta jugar, no le vamos a tirar la pelota porque le va a doler en los huesos correrla, pero podemos implementar un juego de ingenio, o una alfombra olfativa, cosas para estimularlo y que quiera seguir perteneciendo a nuestra manada".
En este sentido, la especialista sostiene que es importante recordar que "el tiempo de vida de los perros es mucho más corto que el nuestro y van a haber momentos de mucho cansancio en esa familia, pero se los puede acompañar”.
Por otro lado, recomienda que la vivienda se adapte al diagnsótico y la condición del adulto mayor. Por ejemplo, indica que si una casa tiene "pisos resbalosos, pueden utilizar alfombras antideslizantes". También aconseja "levantarle el plato de comida" para evitar que coma en exceso y engorde. Asimismo, sugiere ofrecerles una cama semirígida para que esté cómodo y no le cueste levantarse. "Son algunas decisiones para que la vida de ese geronte sea mejor”.
En sintonía con estas recomendaciones, Nosenzo instó a que las familias acompañen a sus mascotas cuando tengan que subir o bajar por una escalera, o que le coloquen una rampita o banquito cerca de la cama para que no se lastime la columna al intentar ascender. "Hay que evitar movimientos que exacerben el dolor y propiciar el ejercicio en la medida que pueda hacerlo, sin hacer movimientos fuertes”.
Bulldog francés y perro "salchicha": qué cuidados recomiendan los veterniarios
Existen numerosos estudios alrededor del mundo que demuestran que los perros braquicéfalos -aquellos que tienen un hocico chato, como las razas de bulldog francés e inglés o los pugs- tienen mayores probabilidades de padecer problemas de salud y que están condenados a sufrir varias dolencias inevitables a lo largo de su vida. Sin embargo, esta raza sigue siendo una de las más reproducidas selectivamente para su comercialización y adopción doméstica por su aspecto tierno y adorable.
Los especialistas resaltan que estos perros que están "de moda" desde hace un tiempo padecen pésimas condiciones de vida a raíz de sus "características físicas extremas", lo que lleva a que su expectativa de vida no supere los 8 años.
“Respiran con dificultad, tienen problemas en la columna, y problemas para movilizarse, entre otros. Es una lástima porque es una raza muy simpática y linda, pero no es natural que sea así”, sostiene el veterinario de CVBA.
Aunque estas enfermedades no se puedan prevenir, el especialista aclara que la situación del animal dependerá de la "calidad de vida" que se le provea, y sostiene que muchas de estas patologías se pueden corregir mediante cirugías. Viñas consideró que la mejor forma de cuidar a un bulldog francés realizar estos tratamientos en la nariz o el paladar del animal en su etapa juvenil.
Por otra parte, respecto a otra de las razas de perro que se volvieron furor en los últimos años, como lo es el dachshund -mejor conocido como "perro salchicha"- indicaron que su problema más común en la adultez se focaliza en la columna vertebral.
"Como son largos, el movimiento que producen tienen les genera patologías de columna", afirma Nosenzo, pero aclara que a diferencia de los braquicéfalos, no tienen el mismo problema para respirar "porque ellos sí tienen un hocico más largo, como una trompita".
Viñas opina que es posible extender la esperanza de vida de esta raza con el cariño y el cuidado correcto. "No hay que dejar de prestarles atención, mantenerlos en peso, revisar la dieta, enseñarle a que no salte y baje solo de ciertos lugares, entre otros ejemplos. Hay que aplicar la medicina preventiva, y lo mejor es hacerlo de jóvenes”. cierra.