"Fue un golpe comando, debieron haber hecho cierta inteligencia", aseguró este viernes el hijo del propietario de la carbonería del partido bonaerense de Zárate donde fallecieron un empleado y un policía, luego de que un grupo de hombres asaltara y tomara de rehenes a los trabajadores, y posteriormente se enfrentara a los tiros con los efectivos que llegaron a la escena.
"Los vecinos dicen que fue impresionante la balacera que hubo, no podían creer la magnitud de los disparos", declaró ante la prensa Ramiro, quien también trabaja en la carbonería pero no se encontraba al momento del hecho.
Según los familiares de las víctimas, los asaltantes dijeron que alguien los había "entregado" y que les había aportado "datos" del lugar. "Les decían que los vendieron, que querían plata. Estaban mi papá, mi sobrina, mi tía y mi hermana, a quienes amenazaron y tiraron al piso. Los ataron con cables y cordones y a mi hermana la subían y bajaban por la escalera pidiéndole más cosas", indicó el hombre.
Ante la consulta sobre si su familia había realizado alguna operación por la que tuviera más dinero que el habitual en la casa, Ramiro aclaró que él es quien se encarga de repartir el carbón en la zona y que la actividad fue "la normal de siempre".
"Quiero que me digan en la cara que esto no va a quedar en vano", expresó, entre lágrimas, la madre de Osvaldo Osmar Cantero (25), el policía bonaerense que murió al recibir un balazo durante el enfrentamiento posterior, cuando el grupo de hombres armados intentaba escapar. La mujer recordó a su hijo como un joven "muy bueno", que "daba la vida por sus compañeros".
De acuerdo a su madre, Cantero trabajaba desde hacía "tres o cuatro años" en la Policía y "la fuerza era todo para él". "Yo siempre le decía '¿no hay otra cosa, no podés estudiar otra cosa?'. Y él me decía 'mamá, ¿vos dejarías tu trabajo? Bueno, yo tampoco dejaría el mío'", agregó la mujer.
En tanto, Fulvia, madre de Luciano Padrón (22) --el empleado de la carbonería asesinado durante el asalto--, dijo que confía en que los asesinos van a ser detenidos y reclamó "justicia". "Queremos justicia, que los busquen. No puede ser eso, matar a un ser humano que trabaja, y a un policía", afirmó la mujer a TN.
"Era un chico trabajador, iba a la casa de los amigos, venía acá y volvía al trabajo", relató Fulvia. El joven se quedaba en la carbonería de lunes a sábado, cuando regresaba a su vivienda de la localidad bonaerense de Lima, Zárate. "Iba contento y me decía 'esperame el sábado con el mate'", recordó la mujer.
El hecho
Según los investigadores, cerca de las 19.30 de este jueves, entre cuatro y cinco hombres armados ingresaron al predio de la carbonería, ubicada en el kilómetro 13 de la ruta provincial 193 de Zárate, luego de atravesar un campo. Desde allí se dirigieron a la casa principal, donde sorprendieron a los integrantes de la familia.
En medio de los gritos, la hija del dueño logró subir por las escaleras y alertar a su padre, quien pudo escapar saltando por un balcón. Acto seguido, el hombre corrió hacia la vivienda de los empleados, donde se registró el primer llamado al 911.
Los asaltantes también redujeron a los empleados, quienes habían salido al predio sorprendidos por los gritos. "Dos llegan a refugiarse en la casa de peones y se encerraron con llave, pero los ladrones les patearon la puerta y agarraron al que había quedado afuera de rehén", afirmó un investigador. Y sumó: "Le pusieron un arma en la cabeza y amenazaron con matarlo si los otros no les abrían la puerta. Los peones, asustados con lo que podía pasarle a su compañero, abrieron la puerta y ahí es cuando ejecutaron a Padrón sin mediar palabra".
Los investigadores señalaron que Padrón murió en el acto luego de recibir el balazo en la cabeza, y que éste se habría producido porque el joven habría intentado forcejear con los atacantes. Los hombres luego decidieron llevar a los otros dos empleados a la casa principal, a uno lo maniataron y el otro recibió un culatazo por "resistirse".
Tras ser alertados por un vecino, los agentes del Grupo de Prevención Motorizada de Zárate se dirigieron al lugar. Al llegar, fueron recibidos a los tiros por los asaltantes, quienes mantenían de rehenes a la familia. Según los testigos, se escucharon más de 50 disparos.
Durante el enfrentamiento, Cantero recibió un tiro en el abdomen, por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia en un patrullero a un hospital cercano, donde finalmente falleció. En tanto, su compañero, Ezequiel Romello (37), resultó baleado en una pierna y fue llevado al hospital de Zárate y después derivado al Sanatorio Bernal, en el partido de Quilmes.
Tras apoderarse de una importante suma de dinero y luego del tiroteo, los asaltantes huyeron del lugar a bordo de un Volkswagen Up de color rojo, por la ruta provincial 6, en dirección hacia la localidad de Ingeniero Maschwitz, indicaron las fuentes.
Interviene la fiscal Andrea Palacios, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Zárate-Campana, quien dispuso una serie de medidas para localizar a los sospechosos. La fiscal aguarda los resultados de las autopsias y de los peritajes realizados en el lugar del hecho. La causa está calificada como "homicidio, tentativa de robo, atentado y resistencia a la autoridad, y lesiones".