Página/12 en Paraguay
Desde La Asunción
Aunque todavía no tomó demasiado vuelo por su apodo, el Bolsonaro paraguayo, Payo Cubas se metió como una cuña entre el Partido Colorado y la Concertación. Mezcla rocambolesca de neofascista, rock star, orador arrebatado y personaje de historieta, el tercer candidato en las encuestas consiguió lo que se proponía. Instalarse, ver qué pasa y jugar a ser el revulsivo de una campaña marcada por cierta apatía del electorado.
Si se repara en su estilo político y país de nacimiento –-Estados Unidos-- Cubas es un personaje con tics del ultraderechista expresidente brasileño. Aunque confesó que no sabe hablar demasiado el guaraní, algunos de sus spots de campaña se hicieron en la lengua madre del Paraguay.
En un acto de cierre de campaña en la localidad de San Lorenzo, se arrojó sobre sus partidarios semejando el vuelo de Superman en las películas de Hollywood. Payo nació el 8 de enero de 1962 en Washington. Fue por azar. Su padre, Roberto Cubas Barboza era un militar que estaba de misión ante la OEA. Lo anotaron con el gentilicio Paraguayo y cuando se mudó a Asunción, años después se recibió de abogado. Hombre de pocas pulgas y de trayectoria política muy versátil, pasó por varias fuerzas. Desde la Alianza Encuentro Nacional a su actual Cruzada –-también llamada Nacional-– con escalas intermedias en coaliciones que incluyeron al Partido Liberal Radical Auténtico, hoy en la Concertación.
Ex diputado primero y exsenador después, previo trámite de expulsión en la Cámara Alta, Cubas acumuló una serie de pleitos que agrandaron su perfil de político confrontador por las buenas y las malas. En abril de 2019 llegó al clímax de su trayectoria violenta. En plena sesión y durante una discusión con su colega Juan Carlos Galaverna, lo roció con agua y se ganó la exclusión definitiva del Senado. Había durado apenas un año en la banca.
Su regreso meteórico a una campaña presidencial como la actual, lo encuentra de nuevo desafiando límites como cuando era un ignoto congresista. Al estilo Bolsonaro, creció y se consolidó por medio de las redes sociales donde se mueve muy cómodo. Pero por cada paso que dio hacia adelante, suele dar otros hacia atrás. En el cierre de campañas subió a un ómnibus para promocionarse y terminó insultando a un par de pasajeros que querían seguir viaje. A un hombre le dedicó un agravio para su madre y a una mujer la trató de cobarde. El video de la pelea fue subido por el diario Última Hora a su sitio web. Se lo ve desencajado y a los gritos, balbuceando una combinación de guaraní y castellano.
“Estoy procurando ayudar a la población” le dijo a la misma mujer a la que menospreció porque viajaba en colectivo. “Usted todo el día viaja en micro porque es una cobarde. Todos los cobardes viajan en micro porque no luchan”, sentenció mientras ponía el pie en el estribo y se bajaba del bus en medio de un embotellamiento.