El Ministerio de Salud de Japón aprobó este viernes la comercialización y el uso de una píldora para abortar hasta la novena semana del embarazo. Se trata de una opción más económica y menos invasiva para las mujeres japonesas que, hasta ahora, solo se podían optar por procedimientos quirúrgicos con el consentimiento del cónyugue o la pareja.
La píldora también tiene sus requisitos para ser adquirida. Actualmente, tendrá que ser indicada por un profesional, no está cubierta por el seguro médico y es el único medicamento que debe ingerirse frente a un farmacéutico para evitar el mercado ilegal.
El aborto es legal en Japón desde 1948, hasta las 22 semanas de embarazo, pero la única manera de llevarlo adelante es a través de un costoso procedimiento quirúrgico, y con el aval del esposo o pareja -salvo raras excepciones- lo cual fue desaprobado muchas veces por la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas, entre muchas otras entidades internacionales.
A partir de este año, la interrupción voluntaria del embarazo en Japón se garantizará también con la píldora del laboratorio británico Linepharma, que había presentado una solicitud para autorizarla en diciembre de 2021.
El tratamiento combina la mifepristona, que permite detener el desarrollo del embarazo actuando sobre la hormona progesterona, y el misoprostol, ingerido entre uno y dos días más tarde, que desencadena las contracciones y hemorragias. Este método está autorizado en numerosos países.
Según la televisión pública japonesa NHK, el costo total de la pastilla, más una consulta médica, ascenderá a unos 100.000 yenes (737 dólares). Además, precisó que el seguro médico no reembolsará la interrupción del embarazo.
Desde hace un tiempo, numerosos colectivos de activistas nipones hacen campaña para mejorar el acceso a la píldora del día después que previene el embarazo.