“Es una cuestión de gestionar”. El puntapié inicial con la médica Valentina Botelli, integrante del Servicio de Cardiología del Hospital San Bernardo, centro sanitario público de referencia en Salta y en la región NOA, tiene que ver con la derivación de dos de sus pacientes desde 2018 a esta parte al hospital público EL Cruce “Doctor Néstor Kirchner”, ubicado en Buenos Aires, para que sean sometidos a cirugías complejas.
El procedimiento que se realizó en el centro sanitario de Florencio Varela involucra la necesidad de llevar al paciente a una temperatura de 18 grados. Esta modalidad permite la interrupción de la circulación y un doble paro circulatorio para desobstruir las arterias pulmonares durante una cirugía en la que participan al menos 30 especialistas.
La operación fue comandada por el cirujano del Hospital El Cruce, Marcelo Nahin. Se conoció tras la intervención que se hizo a la salteña Josefina Liendro, quien padecía una hipertensión pulmonar tromboembólica crónica. La enfermedad le impedía moverse y hasta hablar con fluidez, por la falta de aire que sentía ante cada acción cotidiana.
“Yo ya conozco a la gente de El Cruce, adonde derivé en 2018 a la primera paciente” para someterse a la misma cirugía, contó a Salta/12 la médica Botelli, quien gestionó la posibilidad de esta última cirugía.
Ello fue posible en tanto el Hospital cuenta en el Servicio de Cardiología con la Unidad de Hipertensión Pulmonar. Desde allí, explicó, se realizan las prácticas y estudios necesarios para hacer las derivaciones de pacientes de la provincia.
Al contar la historia de Liendro, sostuvo que la primera vez que la atendió fue en enero de 2022. Al llegar a su consultorio la mujer tenía el diagnóstico de asma.
“Cuando la interrogo todo apuntaba a que la paciente tenía esta enfermedad de hipertensión pulmonar tromboembólica crónica”, sostuvo la especialista.
Luego de atravesar diversos estudios y cirugías menores, Botelli entendió que Liendro podía ser una candidata para la operación que en 2018 había recibido una primera paciente suya de 32 años.
Ese 2018 fue el primer momento que tuvo contacto con el Hospital El Cruce por las gestiones. Pero recién después logró conocer al equipo médico personalmente, porque “me invitaron a rotar por allá con una capacitación”.
Con la ayuda de la telemedicina, cuyo uso se amplió pandemia de la covid-19 mediante, se realizaron ateneos por zoom para poder analizar el caso y ver si aceptaban la derivación.
“Existe todo un trabajo antes para que el paciente viaje”, explicó la médica del San Bernardo al indicar que es preciso no solo ver fechas de la cirugía, sino acompañar y convencer a quien se debe someter a una operación “tan grande en una ciudad donde no vive”.
Desde la primera consulta, pasó un año y dos meses, dado que el 21 de marzo pasado Liendro pudo acceder a la cirugía. Tras la operación y posterior recuperación, una de las primeras acciones más extremas de Liendro en mucho tiempo fue caminar 8 cuadras sin agitarse.
“Hay muchas críticas a la Salud Pública pero a veces no es fácil dar respuesta a estas cosas. Quizás por una inercia en derivar o hacer (...) pero depende un poco del profesional y cuando hay compromiso de hacer las cosas se hacen bien”, afirmó Botelli.
Indicó que las personas que quieran ser atendidas por el servicio al que pertenece, deben solicitar la derivación médica e ir directamente al Hospital para solicitar turno hasta el mediodía con la secretaria del Servicio de Cardiología del Hospital San Bernardo.