Cada sábado de agosto a las ocho en punto, desde éste hasta el último del mes, la cúpula del Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151) se vestirá de nuevas canciones con Melina Moguilevsky y Darío Jalfin como fogoneros. Y una serie de invitados que, cruzados, buscarán mostrar por dónde va –parte de– la canción argentina actual. “Se trata de una invitación a abrir la escucha a lo nuevo, y también a abrir el juego en la escena musical actual, que no necesariamente encaje en algo predeterminado”, es el concepto que utiliza Melina Moguilevsky, una de las encargadas de abrir el ciclo, para definir el encuentro cuyo título global (Abran Voces) habla por sí. El otro será Jalfin, claro. “Creemos que se está abriendo una nueva escena, que no encaja con los viejos conceptos de bateas y etiquetas de los géneros, y por acá pasa la esencia de la propuesta”, desarrolla este autor, cantor y pianista, cuya presentación será con Los Alquimistas –su grupo–, y con Lucio Mantel, otro exponente de la nueva canción argentina, como invitado.  

El sábado 12, en tanto, la cúpula abrirá sus puerta a otros dos protagonistas centrales del ciclo: el octeto de “pop-barroco”, 8, y la compositora, cantante y pianista cordobesa Candelaria Zamar. “Interpreto el concepto del ciclo como un espacio donde cruzar nuestras propuestas musicales, hacerlas interactuar entre sí. Dicho de otra manera, abrir el juego hacia adentro de nuestra propia música, y también hacia fuera, en el sentido de ofrecer combinaciones de shows que hasta ahora no han sido hechas”, destaca Zamar, cuyo único disco a la fecha (Un vaso de agua) deschava su inclinación por la canción onírica e introspectiva. “Igual, ahora me voy a presentar con un formato bastante nuevo para mí y es un lindo desafío, porque permite proyectar mi música de una manera más grande que cuando la toco sola”, explica la pianista, un poco más en línea con su single Enciende, y en tren de presentar a los músicos: Guille Salort en batería, Fran Azorai en teclados y moog, y Eze Cantero en guitarra. 

Respecto de 8, el que habla con Página 12 es el guitarrista y cantante Juan Belvis. “Creo que lo que nos unifica a todos es una intención expresiva con una búsqueda sensorial”, señala el hijo del Nono Belvis y Liliana Vitale, cuyos laderos actuales son Mariana Michi (voz, percusión), Juan Valente (guitarra y teclados), Hernán Segret (bajo), Julián Semprini (batería), Sebastián Sáenz (trompeta y flugel), Gonzalo Pérez (trombón) y Leila Chab (clarinete, clarón). “Otro factor del ciclo que está bueno destacar es lo audiovisual –sigue Belvis–, porque, como seres actuales, nos expresamos audiovisualmente frente a casi todo. Quiero decir que un imaginario gráfico me parece algo muy clave para transmitir, desde un impacto inmediato, las ideas más fuertes de un proyecto. Nosotros, por caso, tuvimos la suerte de contar con la genial diseñadora ‘Tu vieja’ para ilustrar y enriquecer este ciclo. También contamos con el talentoso ‘Elefante diamante’ para el contenido de las visuales de los cuatro conciertos. Para nosotros fue algo realmente prioritario que la impronta visual de este encuentro sea tan importante como la música”.

Para el tercer sábado (el 19) la novedad será la participación de Ro Stambuk, que acompañará a Zamar. Y el toque de Moguilevsky, acompañada por su banda, conformada por Tomás Fares, en piano y voz; Lucio Balduini, en guitarra; Ezequiel Dutil, en contrabajo; Mario Gusso, en batería y percusión, y Martín Rur, en clarón y saxo soprano, más ella en voz, guitarra, percusión, composición. “Lo de ‘no encajar’, que es otro de los ejes sobre los que gira el ciclo, es algo que me hizo pensar particularmente en estos músicos, porque sus voces y su forma de decir musicalmente son súper francas y transparentes, no tienen ninguna impostación. Siento que ninguno busca ‘encajar’. Y en lo personal, siempre me atrajo lo diferente, no por buscar serlo sino por ser honesta. Todos somos distintos, y simplemente hacemos música como hablamos, y desde lo que somos, sin velos y sin corazas” sostiene Moguilevsky hija, con dos discos publicados a la fecha (Árbola y Mudar) y una formación que driblea entre la música académica y la popular. “Hay mucha risa, mucha honestidad y mucha frescura en nuestros encuentros, y estamos muy felices de compartir. Me alegró enormemente que esa identificación, atractivo y emoción que sentía al escuchar los discos de mis compañeros, haya sido porque realmente algo resonaba entre todos para que se diera este encuentro. Por eso aparte de tocar cada uno con su banda en distintas combinaciones durante el ciclo, vamos a estar siempre haciendo un set de canciones de cada uno en formato de cuarteto especialmente preparado para la ocasión”, profundiza Melina, acerca de otro de los aspectos nodales del ciclo: el cuarteto como formato unificador. 

“Cada uno va a presentarse con sus grupos, pero en todos habrá un intermedio en el que interpretaremos una canción de cada uno de los líderes de grupo entre los cuatro. Es un formato con el que nos llevamos muy bien, especialmente por tener todos una fluidez con la elaboración de arreglos. Es muy linda la posibilidad de cantar a cuatro voces”, aclara Jalfin, que cerrará el ciclo el sábado 26, con Axel Krygier como invitado. “Personalmente, identifico a todos estos proyectos con un concepto de libre pensamiento musical. Todos nos relacionamos intensamente con la música académica, el jazz, los ritmos latinoamericanos, y la improvisación, y fuimos construyendo caminos personales sin pensar demasiado en las convenciones y tradiciones. Ahora, la idea es compartir nuestro repertorio y potenciar en los cruces estas nuevas formas para la canción argentina”, redondea el pianista, cuyos alquimistas son el baterista Carto Brandan, el bajista Federico Fernández, Patricio Carpossi en guitarra, Juan Pablo di Leone en flauta, Emiliano Álvarez en clarinete y Paula Pomeraniec al cello.