El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechó el acto del 1 de mayo junto a las centrales sindicales del país para volver a criticar al Banco Central por la tasa de interés, que estima alta y a la que asoció con el desempleo, luego de haber anunciado un reajuste del salario mínimo y exenciones impositivas para los trabajadores.
"No podemos seguir viviendo en un país donde la tasa de interés no controla la inflación; controla, de hecho, el desempleo en este país porque es responsable de parte de la situación que vivimos hoy", dijo Lula durante el acto por el día del trabajador en San Pablo. El presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, tiene autonomía operativa para fijar la tasa Selic, el tipo de interés básico de la economía, que hoy está en un 13,75 por ciento con el supuesto objetivo de controlar la inflación.
El mes pasado, al celebrar los cien primeros días de su tercer gobierno, Lula había criticado al bolsonarista Campos Neto por haber mantenido esa tasa de interés, enfriando la economía para buscar una meta inflacionaria del 3,5 por ciento, algo que ni el mercado financiero considera alcanzable.
Suba del salario mínimo
Ante un público convocado por las principales centrales sindicales, Lula confirmó que firmará un decreto que eleva el sueldo mínimo para trabajadores, jubilados y pensionistas a 1.320 reales (alrededor de 265 dólares). Esto representa un aumento de apenas 18 reales frente al valor vigente, fijado en diciembre por el expresidente Jair Bolsonaro al final de su mandato, pero retoma una política de valorización real del salario, que además de la inflación se ajustará según el PBI.
El mandatario, un exlíder sindical que gobernó el país entre 2003 y 2010, confirmó además su promesa de aumentar el valor mínimo exento de impuesto a la renta, que pasó este lunes de unos 1.900 reales a 2.640 reales, equivalente a dos salarios mínimos. "Hasta el fin de mi mandato (2026), esa exención subirá hasta los cinco mil reales (unos mil dólares)", sostuvo el presidente.
En el mismo acto, Lula defendió la paridad salarial entre hombres y mujeres y la mejora de los derechos laborales de quienes trabajan por aplicaciones digitales, como repartidores y conductores. "No hay problema en que una persona trabaje en una app. Muchas veces, esa persona no quiere firmar un contrato. No hay ningún problema. Lo que queremos es que la persona que trabaja con aplicaciones tenga un compromiso con la seguridad social, porque si se enferma tiene que tener una cobertura para ser tratada", dijo el mandatario de izquierda.
Mensaje a los golpistas
El presidente volvió a pedir la detención de los extremistas seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro que invadieron las sedes de los tres poderes el 8 de enero. "Ustedes recuerdan que intentaron dar un golpe de Estado. Quiero terminar diciéndoles: todas las personas que intentaron dar un golpe serán arrestadas, porque este país quiere una democracia real", advirtió Lula.
El expresidente Bolsonaro celebró el 1 de mayo con críticas al gobierno de Lula por retomar la creación de reservas indígenas e hizo guiños al agronegocio, en su primera agenda pública desde que volvió de Estados Unidos el pasado 30 de marzo. Bolsonaro participó este lunes de la apertura de Agrishow, la mayor feria de tecnología agrícola de América latina, en la ciudad de Ribeirao Preto, junto a algunos de sus antiguos ministros comos Tarcísio de Freitas, actual gobernador de San Pablo.
Lula asumió el poder por tercera vez con el desafío de aumentar el empleo y superar un largo período con alta inflación que en marzo cedió a 4,65 por ciento, en 12 meses, en medio de una expectativa de magro crecimiento económico y las dificultades derivadas de una de las tasas de interés de referencia más altas del mundo, según analistas. El desempleo se ubicó en 8,8 por ciento en el primer trimestre, afectando a 9,4 millones de personas, según datos oficiales.