Cientos de chavistas marcharon ayer hacia el Palacio Federal Legislativo (foto), en Caracas, para apoyar la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Mientras que, las fuerzas del orden dispersaron con gases lacrimógenos una manifestación ciudadana convocada por la oposición para protestar contra la misma.
Desde la mañana los simpatizantes del gobierno de Nicolás Maduro comenzaron a concentrarse en al menos tres puntos de la capital venezolana, casi todos vestidos de rojo (el color de la llamada revolución bolivariana). Las concentraciones se desarrollan en un tono festivo que contrasta con el amplio rechazo que recibió la Constituyente por parte de numerosos gobiernos y de la oposición venezolana.
Los asistentes expresaron su deseo de que la ANC cumpla principalmente con dos de las promesas de campaña: levantar la inmunidad a los diputados opositores presuntamente implicados en hechos de violencia e intervenir la Fiscalía, un órgano que acusó al Ejecutivo de cometer “terrorismo de Estado”.
Por otro lado, decenas de agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) a bordo de motocicletas dispararon también perdigones de goma contra los manifestantes en la localidad de Chacaíto, en el este de la capital venezolana. Algunos de los marchantes se resguardaron en un centro comercial y la PNB lanzó gases lacrimógenos hacia el interior de estos espacios, afectando incluso a quienes no se manifestaban. Varios manifestantes, que habían partido de uno de los puntos establecidos por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se enfrentaron a los cuerpos de seguridad y respondieron con piedras a las bombas lacrimógenas.
Según información preliminar, la diputada opositora Amelia Belisario sufrió una lesión en su muñeca y un joven manifestante que no fue identificado sufrió una herida abierta en la cabeza, por lo que fue trasladado a un centro de salud cercano. Otro centenar de manifestantes que partió desde el municipio caraqueño Baruta, también hacia la sede del Parlamento, fue dispersado con gases lacrimógenos en un hecho que dejó decenas de ciudadanos afectados, de acuerdo con un primer balance ofrecido por el diputado opositor Juan Andrés Mejía.La MUD vio mermar ayer su poder de convocatoria al agrupar pocas decenas de simpatizantes luego de cuatro meses de protestas que han dejado 121 muertos, cerca de dos mil heridos y más de cinco mil detenidos.