Una perito balístico de la Policía Federal Argentina (PFA) declaró este martes en el juicio por el crimen del adolescente Lucas González --cometido en el barrio porteño de Barracas en 2021-- que los tres policías de la Ciudad acusados de homicidio reconocieron haber disparado contra el auto en el que la víctima viajaba con tres amigos, cuando entregaron sus armas reglamentarias para ser peritadas.

En su testimonio ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, la auxiliar superior de la PFA Yanina Riquelme, que se desempeña en la División Balística, recordó que los policías porteños Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37) "reconocieron que habían disparado cuando se les secuestraron las armas". A su vez, indicó que las pistolas reglamentarias calibre 9 milímetros de los imputados "tenían todas balas en las recámaras", es decir, que estaban habilitadas para disparar.

El auto tenía tres impactos de bala

Respecto a las pericias realizadas sobre el auto Volkswagen Suran en el que viajaban Lucas y sus amigos cuando fueron atacados por efectivos de la Brigada 6 de la Comuna 4, Riquelme sostuvo que tenía dos impactos de proyectil y una marca por el rebote de un tercero. "El vehículo tenía una rotura en el parabrisas del lado del acompañante y otra en el ventilete de la ventanilla trasera del lado derecho. El tiro del parabrisas es de adelante hacia atrás, y el de la ventanilla de atrás hacia adelante. El tercer impacto es de un rebote en el guardabarro trasero, que es de atrás hacia adelante", detalló la perito.

La auxiliar también declaró que en el Nissan Tiida en el que se trasladaban los tres policías de la Brigada 6 se halló una vaina servida del lado del conductor, "lo que significa que tuvieron que haber disparado dentro del vehículo, junto a él o descendiendo".

Los amigos de Lucas no habían disparado

Además de Riquelme, declararon durante esta jornada el alférez de gendarmería Nacional Alejandro Báez --a cargo de la búsqueda de residuos de disparos en el cuerpo y ropas de los policías acusados--, la cabo Paola Gómez --Unidad accidentológica de la PFA-- y Juliana Baéz Pini de la División Rastros de la PFA. El alférez Baéz indicó que las muestras relacionadas al barrido de pólvora tomadas a los policías de la Ciudad --Issasi, López y Nieva-- dieron positivas, mientras que dieron negativas las efectuadas a los amigos de Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19) y Niven Huanca (19).

Se espera que en la jornada de hoy declaren una vecina del barrio porteño de Barracas que escuchó desde su domicilio varios disparos y llamó al 911 el 17 de noviembre de 2021, y una mujer que vio cuando detenían a dos de los amigos de Lucas.

El crimen del jugador de las divisiones inferiores de Barracas Central ocurrió cuando él y sus amigos salieron de entrenar en el club y mientras regresaban a sus casas en un Volkswagen Suran, fueron interceptados por un Nissan Tiida con tres policías de civil que les hicieron señas para que se detuvieran. Como no llevaban vestimenta policial y el auto no tenía balizas, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos policiales les dispararon.

Un enfrentamiento simulado

Un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos que "plantaron" un arma en el auto de las víctimas y detuvieron a dos de los amigos de González, mientras que el tercero escapó y se presentó más tarde con sus padres para contar lo que había sucedido.

La semana pasada declaró la subinspectora de la Policía Federal Argentina (PFA) Claudia Moreira, quien participó de los primeros peritajes en la esquina de Perdriel y Alvarado donde ocurrió el homicidio. "Constantemente (los policías) querían subir al móvil donde estábamos (con su equipo de trabajo), pero se les pidió que no lo hagan. Nunca había visto tanto personal policial y de civil. Querían saber qué había dicho la doctora (funcionaria judicial), qué había decidido", indicó la policía, quien brindó su testimonio mediante la plataforma virtual Zoom. Según la testigo, notó "desesperación" por parte de los policías porteños.

Previo a la declaración de Moreira, dio su testimonio el médico forense del Poder Judicial de la Nación Alejandro Rullan Corna, quien realizó la autopsia al cuerpo de Lucas y explicó que presentaba tres lesiones: dos producto de proyectiles de arma de fuego y una lesión compatible con una quemadura en una de sus manos.

Acusados de homicidio agravado

A los policías porteños Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37) se les adjudica la coautoría del delito de "homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial". Además enfrentarán cargos por las "tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley", en el caso de los amigos de Lucas.

En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas las que fueron sometidos los otros chicos: el comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48) y el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.