En el Concejo avanza una iniciativa para crear un sistema de registro de ingreso de algunos materiales -cobre, bronce y aluminio- con el objetivo de prevenir la comercialización cuando su origen no está previamente determinado. La idea es la de garantizar que no provengan de robos o hurtos, teniendo en cuenta el gran interés que representan por su valor económico. "Como todo mercado ilícito, este tipo de robos se da, porque alguien lo compra y luego lo recomercializa", señaló el concejal Ciro Seisas (Arriba Rosario), quien planteó la necesidad de una norma ante la falta de una legislación provincial y nacional sobre la problemática. "Tenemos que frenar este delito desde la génesis del problema. Por eso estamos pidiendo que cada establecimiento tenga un libro contable y forme parte de un registro que va fiscalizar la secretaría de control del municipio", explicó el edil oficialista.

La finalidad de la iniciativa del concejal Seisas, ingresada en la Comisión de Gobierno y que además debe pasar por la de Control, Convivencia y Seguridad Ciudadana antes de llegar al recinto para su tratamiento, es la de crear condiciones de seguridad en el proceso comercial al que refiere, tendiente a la prevención y represión de potenciales actividades delictivas, evitando el tráfico de piezas ilegítimamente obtenidas. La suba de precios de numerosos metales no ferrosos conlleva a un incremento en la demanda y como consecuencia a un aumento de los ilícitos respecto de la obtención y comercialización de los mismos, con claros perjuicios a las industrias y comercios, pero sobre todo a la comunidad en general. 

En los considerandos del proyecto presentado la semana pasada, Seisas apuntó a la necesidad de generar herramientas que permitan prevenir las actividades delictivas que se verifican normalmente en horas nocturnas, ligadas a hechos de robo o hurto de distintos bienes con cierto valor de reventa tales como por ejemplo bocas de tormenta, porteros eléctricos, herrajes de bronce, en distintos barrios de la ciudad, placas de bronce en el Cementerio la Piedad, cableados de cobre, ruedas, baterías o autopartes de vehículos y medidores de agua potable.

En este caso, agrega la iniciativa, los comercios vinculados a la compra y venta de bienes muebles usados, de metales no ferrosos y de autopartes usadas de automóviles y motocicletas, muchas veces intermedian o comercian sin saberlo, con artículos obtenidos en forma ilegal. Por tal motivo, señalan que se impone la necesidad de evaluar la introducción de cambios normativos para garantizar un control más estricto en el origen, trazabilidad y seguimiento de los bienes que conforman el inventario de los comercios del rubro.

A partir de informes proporcionados por las empresas de servicios en la ciudad, el proyecto exhibe un detalle de las sustracciones al día de la fecha. Telecom reveló que en Rosario se producen por mes más de 218 sustracciones de cable de telefonía, lo que posiciona a la ciudad como el epicentro del robo de cables de cobre en Argentina. Desde octubre del 2020, la compañía sufrió en casi 6 mil robos, un daño equivalente a 270 kilómetros de cable que fueron a parar a reducidores.

También hace mención a la sustracción de medidores de agua corriente y gas natural, en busca de elementos que contienen las propiedades mencionadas. Un informe publicado el año pasado por la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor destacó que el robo de cables representó el segundo lugar en el ranking de quejas en la repartición en el periodo enero-octubre de ese año. 

Las sustracciones trajeron inconvenientes de servicio de telefonía e internet en más de 20 barrios rosarinos ubicados en cinco de los seis distritos de la ciudad, con problemas para los barrios e instituciones como escuelas y hospitales que quedan sin energía. Y que durante el 2022 la Empresa Provincial de Energía Eléctrica (EPE) sufrió la sustracción de un cable neutro de baja tensión por día. Que, a su vez, Litoral Gas registró aproximadamente 4 denuncias por día de robos.

"En los últimos tiempos pudimos ver un enorme volumen de robos de este tipo. Desde cables de empresas de servicios hasta picaportes de domicilios particulares, bocas de tormenta y de otro tipo. Si atacamos a aquellos que se benefician directamente de este tipo de delitos, indudablemente la tasa de casos va a bajar", consideró Seisas. "Todos conocemos a alguien que fue víctima de el robos en su propiedad , cableados, bocas de tormenta y medidores que suspenden los servicios en barrios y claramente el desguace de autos robados”, describió.

Además, sostuvo que los comercios vinculados a la compra y venta de bienes muebles usados, de metales no ferrosos y de autopartes usadas de automóviles y motocicletas, muchas veces intermedian o comercian sin saberlo, con artículos obtenidos en forma ilegal. "Creemos que se impone la necesidad de evaluar la introducción de cambios normativos que garanticen un control más estricto en el origen, trazabilidad y seguimiento de los bienes que conforman el inventario de los comercios del rubro", señaló el autor de la iniciativa.

El edil oficialista destacó que aquellos que incumplan lo establecido -la autoridad de aplicación será la secretaria de Control municipal- serán sancionados conforme a lo previsto en un artículo del nuevo Código de Convivencia, la cual se encuadra en una multa o la inhabilitación del comercio. "No tenemos legislación provincial ni nacional sobre este tema, por eso debemos crear esto a nivel local. Necesitamos un control sobre este tipo de delitos, debemos poner fin a esas prácticas delictivas mediante políticas de Estado que enfrenten la comercialización ilegítima de bienes muebles usados y metales no ferrosos", afirmó Seisas. 

Alcances

Chatarrerías y/o cualquier otro establecimiento industrial dedicado a la comercialización e industrialización habitual o esporádica de metales no ferrosos tales como el bronce, el cobre, el aluminio, etc. en todos sus estados: puros, elaborados, incorporados en aleaciones, en piezas identificables o sus desechos.

Comercios cuyo giro comercial habitual o esporádico implique en general la compra-venta de cosas muebles usadas no registrables y antigüedades con excepción de los comercios de compra y venta de celulares usados que continuaran rigiéndose por lo dispuesto en la Ordenanza 9.203.3. 

Comercios que realicen operaciones habituales o esporádicas de compraventa y/o reventa de piezas usadas para uso de automotores y motovehículos.

Los sujetos alcanzados por la ordenanza deberán llevar un registro digital y un libro foliado y rubricado por la Autoridad de Aplicación, en los que quedarán plasmadas todas las operaciones de compra de bienes usados que realicen y que constituyan el inventario de objetos propios de su actividad comercial, facilitando la determinación de la procedencia y el seguimiento de los mismos.