La Corte Suprema rechazó la apelación de la fiscalía federal y confirmó la nulidad del juicio de extradición a Chile que se llevó adelante contra el líder mapuche Facundo Jones Huala en los tribunales de Esquel, Chubut, el año pasado. Sin embargo, el lonko del Lof Cushamen permanece privado de su libertad desde el 28 de junio por orden del juez de la provincia de Río Negro, Ricardo Villanueva, quien ordenó su detención en el marco de la misma causa sobre la que resolvió el máximo tribunal.  

“Después de haber llevado adelante un procedimiento declarado nulo por las irregularidades de funcionarios del propio Poder Ejecutivo nacional y provincial, el Estado argentino no puede, nuevamente, volver a realizar un proceso sobre la extradición”, sostuvo la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, en diálogo con PáginaI12, al confirmar el rechazó firmado el jueves por la Corte Suprema. Y advirtió que el Ministerio de Seguridad nacional busca “imponer un estado de excepción” contra la comunidad mapuche y denunció la “intromisión del Ejecutivo en el Poder Judicial”.

En el mismo tono, se manifestó la abogada Sonia Ivanoff –quien integró junto a Gómez Alcorta la defensa de Jones Huala en el juicio desarrollado el año pasado– y agregó que, en todo caso, la causa abierta por el juez de Bariloche antes de que la Corte Suprema se expidiera debería ocurrir “con Facundo en libertad”. “No deberíamos estar esperando ni siquiera los tiempos procesales, Facundo debería ser liberado inmediatamente”, sentenció Ivanoff, en diálogo con la FM Kalewche.

El equipo de abogadas consideró que tras el fallo de la Corte la causa debería volver a los tribunales de Esquel y la causa de Villanueva cerrarse ante el principio de non bis in idem, que refiere a la prohibición a una doble persecución. Huala estaba procesado en Chile por los delitos de incendio y portación de arma de fuego de fabricación artesanal, pero no se presentó a declarar. El líder mapuche fue detenido en 2016 en suelo argentino y se abrió el juicio por su extradición, que fue declarado nulo por el juez de Esquel Guido Otranto en septiembre del año pasado, al señalar que las pruebas aportadas para detenerlo habían sido obtenidas bajo tortura. Esa declaración de nulidad dejó en libertad al líder mapuche, quien no dejó de mostrarse en público e incluso ofreció conferencias de prensa y charlas públicas. Pero el 27 de junio, cuatro horas después de una reunión entre los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet, volvió a ser detenido por la Gendarmería, cuando viajaba en auto sobre la ruta 40.