Este miércoles por la mañana, por orden de la Corte Suprema de Brasil, allanaron la casa del expresidente Jair Bolsonaro, radicada en un barrio de Brasilia. El líder de ultraderecha es investigado por presuntamente falsificar certificados de vacunación contra la covid-19.
El periodista y corresponsal de Página/12 en Brasil, Darío Pignotti, aseguró que la situación legal de Bolsonaro "es bien complicada" y dio detalles de otras investigaciones que pesan contra el exmandatario.
"A poco más de un mes de su retorno, ya tuvo dos citas en la Policía Federal: una por haberse robado presuntamente joyas donadas por Arabia Saudita -en un hecho que aún no esta esclarecido, pero se sospecha que los árabes lo sobornaron para que practicamente done una refinería- y la otra por su participación en la instigación del golpe de Estado del 8 de enero", explicó Pignotti en AM750.
El allanamiento se dio por la mañana de este martes y en el operativo también se detuvo al principal asistente personal de Bolsonaro, el Coronel Mauro Cesar Barbosa Cid. Además, Pignotti contó que aparentenmente el expresidente habría falsificado certificados para poder viajar al exterior, donde era obligatorio presentar constancia de inmunidad contra la covid-19.
"El líder de ultraderecha hizo de la no vacunación una bandera política, ideológica y religiosa", recordó Pignotti en diálogo con Aquí, Allá y en Todas Partes. En ese marco, el corresponsal de Página/12 agregó que una comisión investigadora constituida por el Senado brasileño determinó que, de las 700 mil muertes que hubo en el país durante la pandemia, 300 mil podrían haber sido evitadas si Bolsonaro hubiera ordenado la vacunación en tiempo y forma.
Asimismo, Pignotti contó que este miércoles por la tarde el líder ultraconservador dio una entrevista a una radio "simpática" a su causa y confesó que tanto él como su hija de 12 años no fueron vacunados: "Está encuadrado por la Justicia porque la niña debería ser vacunada, y que su padre se lo prohiba está tipificado como un delito", señaló Pignotti.
Por último, el corresponsal consideró que si bien Bolsonaro "ya no es el líder de alta popularidad que llegó a ser en las elecciones del año pasado" (cuando perdió las elecciones frente a Lula da Silva por apenas 1,8 puntos) aún conserva el apoyo del electorado evangelista, que es numeroso y poderoso en Brasil.
"Hay un electorado pétreo de Bolsonaro y estas denuncias parecieran fortalecerlo", concluyó.