Una pata en la campaña nacional y otra pata en el territorio. Con esa lógica, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli recorren desde hace tiempo la provincia de Buenos Aires e intentan fidelizar el apoyo de intendentes, intendentas y dirigentes que se identifican con el ala blanda del PRO de cara a la elección primaria del 13 de agosto.

Este miércoles protagonizaron el despliegue más grande desde que ambos confirmaron sus respectivas precandidaturas. Reunieron a más de 30 referentes locales en Esteban Echeverría, en el segundo de los encuentros bajo el lema “Prepararse para gobernar”, en los que apuran una “estrategia de cercanía” en la que buscan “intercambiar experiencias de gestión con el objetivo de desarrollar planes de gobierno a la altura de los desafíos que enfrenta la provincia de Buenos Aires”.

En el evento estuvieron presentes 30 referentes de la Primera y Tercera sección electoral, que según informaron desde el partido amarillo representan el 51.59% de los electores de la provincia de Buenos Aires, el 18,82% de los electores nacionales y el 43.22% de los votos que obtuvo Santilli en la última elección de medio término, en 2021.

Los encuentros están a cargo del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que también se desempeña como coordinador de los equipos técnicos del diputado nacional que quiere imponerse como el candidato opositor para las elecciones generales. Para eso, deberá torcerle el brazo a los demás aspirantes opositores que no dan señales que dejar sus intenciones de lado y se apoyan, principalmente, en Patricia Bullrich, la rival de Rodríguez Larreta en la interna nacional. Desde ese sector, Cristian Ritondo, Néstor Grindetti, Javier Iguacel y Joaquín De la Torre, reniegan los sondeos de opinión que ubican a Santilli que más se acerca a la intención de voto que expone el gobernador Axel Kicillof, a la cabeza de todas las encuestas. 

Para el jefe de Gobierno porteño no hay “plan B” para la Provincia. Su candidato es Santilli y hará todo lo posible para apuntalar su candidatura. Así como en el 2021 ganó la discusión interna, puso a Santilli encabezando la lista de candidatos bonaerenses y convenció a María Eugenia Vidal para que volviera a la Ciudad, quiere repetir la maniobra el presente y alinear los planetas detrás de la candidatura de su alfil.

Consciente de las dificultades que implicaría forzar un acuerdo que imponga un candidato único, Santilli dijo este miércoles que “lo más sano competir”. Tomando como ejemplo más cercano a interna del 2021, que según entienden en Juntos por el Cambio, fortaleció a unidad del espacio, y la disputa que en 2015 enfrentó a Rodríguez Larreta con Gabriela Michetti por la candidatura a la jefatura porteña, el diputado entiende que “a los liderazgos hay que validarlos y la gente tiene que decidir quién quiere sea intendente, sea su próximo gobernador, o Presidente”. “Si formas parte de un espacio amplio y diverso, el que gana conduce, el que pierde acompaña”, dijo buscando espantar los fantasmas de ruptura que sobrevuelan en la oposición cada vez que se analiza esa posibilidad.

Abad quiere una lista única

Con las mismas intenciones de trabajo coordinado entre las aspiraciones nacionales y la territorialidad militante, el radicalismo bonaerense prepara un acto para el próximo 12 de mayo en el microestadio de Lanús. Originariamente pensado para el 5 de mayo, el acto buscará afianzar el apoyo para los dos referentes que buscan convertirse en las caras del radicalismo para las primarias, Facundo Manes y Maximiliano Abad. De máxima encabezando una boleta y, de mínima, acompañando en una fórmula transversal en la que el partido centenario pueda imponer sus condiciones en el pliego de decisiones que justifiquen la construcción política del espacio. Para eso, esperan reunir unas cinco mil personas.

“Cualquier día de acá al 12 puede definirse quienes son los candidatos, si hay listas puras o listas mixtas o la cantidad de candidatos por secciones”, indicó el referente que hizo hincapié en que más allá de esta incertidumbre, Abad y su espacio tienen la claridad de que en la provincia de Buenos Aires debe haber un único candidato de Juntos por el Cambio de cara a las elecciones a gobernador.

Con esta postura, el diputado marplatense realizó una serie de visitas, actividades y recorridas en búsqueda de solidificar su rol dentro del tejido que hoy tiene al PRO en plenas disputas internas, y a la Coalición Cívica expectante. Así, en las últimas dos semanas Abad estuvo presente en el Congreso Provincial del GEN y del partido fundado por Elisa Carrió. En ambas actividades compartió escenario con Santilli, su nexo más cercano con el ala macrista de la coalición.

El cuadro que observan desde el radicalismo provincial carece de algún color esperanzador, sobre todo a partir de la situación económica que complica el resto de las cuestiones relacionadas con la vida cotidiana. Por ello, Abad tiene en claro la necesidad de evitar las PASO convencido de que eso “debilita” a Juntos por el Cambio. Si bien “todo puede cambiar de un día para el otro”, en las filas de la UCR bonaerense reconocen que el peso económico y el nivel de conocimiento público que tienen los representantes del PRO pueden resultar determinantes a la hora de buscar un consenso en el que, como siempre, hay sectores que deberán ceder. “Los ves todo el tiempo en los medios, la propaganda e incluso algunos de ellos fueron ministros o tienen cargos ejecutivos de mucha exposición”, describen.

Por ese cúmulo de razones, la perspectiva que impera en las filas de Alem, Yrigoyen y Alfonsín es que el partido transita una reconstrucción en la provincia luego del 2001 y que los desafíos de la actualidad implican la búsqueda de recuperación de identidad pero, por sobre todo, en el fortalecimiento de un músculo territorial que derivó en una alianza que entre el 2015 y el 2019 sólo funcionó como un acuerdo legislativo. “Pero aprendimos”, señalan desde la UCR bonaerense, dónde auguran un eventual triunfo que permita reescribir la historia con un final diferentes.