“Sexo, amor y peronismo”: con esas tres pinceladas Daniel Santoro define al mundo artístico de Marina Olmi. Y sintetiza la charla de presentado del libro de arte de Olmi: El amor vence (Editorial Octubre, 2023). En el stand del Grupo Octubre, en esta nueva edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, “el maestro” Santoro y Javier “el Profe” Romero conversaron con la artista. Hubo risas y reflexiones sobre su obra bajo un singular halo íntimo que convocó tanto al habitual visitante de la feria como a los artistas, fans y funcionarios llegados para la ocasión. Incluido ministros, por caso: la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y el de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus.

“Esto es una celebración –manifestó Romero—, porque este trabajo invita a celebrar”. Mientras en el fondo de escena centelleaban los colores del cuadro de Olmi “Los Power Rangers de la Patria Grande”. Allí, “Perón, Néstor Kirchner, Cristina, Lula, Evo y Evita” -como los llama Olmi-, danzan alrededor del planeta, con la mira en América latina.

“Hasta dónde llega la iconografía del peronismo es lo que pregunta Marina con su obra”, incita Santoro. La ya icónica serie de “pinturas peronistas”, intervenidas desde “el pop, y desde el barroco", considera y explica el maestro Santoro, quien prologó el libro, puso en cuestión el marco, la cosmogonía peronista. En la iconografía, “el peronismo tiene establecido un sujeto histórico, el que pinta (Ricardo) Carpani -señala Santoro-, es la representación del obrero, musculoso, bastante machirulo”, acierta. “Marina pone esto en cuestión: los líderes aquí están desnudos. Eso produce empatía y cambia la representación política, con nuevas cosmogonías”, explica.

“Acá encontré a mis ídolos políticos como pareja de enamorados”, aporta Romero. “Los vi en el Renacimiento -por un cuadro en el que Perón y Evita son Adán y Eva- y los veo acá”, dice y señala a “Los Power Rangers…”. "En este libro y en el peronismo, este desmarcarse es vital”, afirma Romero. “Marina rompe límites y no nos habla de las ideologías, pero propone una búsqueda, un tirarse al agua”, adhiere Santoro. Y retruca al modelo ideológico binario: “Como Cristina (Kirchner) en su discurso, en el que no habló de izquierdas ni derechas, porque encerrarse en una ideología es un problema. Hay que salir. Y eso es el libro de Marina”.

“Fui a La Plata y lloré”, cuenta Olmi sobre “la clase magistral de Cristina”. Temerosa por el futuro político del país, admite, cree que el amor “permite que hoy la verdad esté saliendo a la luz”. Por eso, “pintar desde el amor” es, para Olmi, la condición que plasma en este “libro objeto”, por el preciosismo de su edición. "La ciencia politica trabaja sobre el miedo y el odio, son impulsos potentes -analiza Romero-. El Eros en la obra de Marina, también lo es". Y vincula “al Eros que habita el trabajo de Marina con la religiosidad en la obra de Daniel (Santoro). Piensan la política desde otros lugares y eso produce el goce que nos proponen”. Señala que “el peronismo siempre se expresa en la cultura y abre puertas. Las obras de Marina dicen mucho en ese sentido”. 

“Hacer arte es crear un mundo -enseña Santoro-. Cada artista tiene que armar sus signos con los cuales expresar su poética. En Marina, estos se inscriben en el barroco latinoamericano, hecho de apropiaciones gustosas tanto en el carnaval carioca como en el de Oruro. Ahí una tapita de gaseosa se convierte en otra cosa y no simboliza más al capitalismo”. Este barroco “puede unir estilos, porque no tiene la sanción de los estilos puros”, asegura el artista. “El peronismo también es barroco, con partes de socialismo y de fascismo. Y festeja al trabajo con la imagen de un obrero que descansa”, refiere por un famoso afiche de un obrero fumando. “Es un obrero que disfruta. Y a esas visiones se adicionan otras como el chalecito californiano, así como Marina agrega lo oriental, o la Era de Acuario, a esta celebración del peronismo”.

El libro cuenta, en capítulos temáticos, el recorrido plástico de Olmi, en el que su gesto distintivo “es el pop, un pop justicialista”, según Santoro. El hiperrealismo aplicado a la narración del peronismo en la obra de Olmi tuvo su clave “en Evita”, cuenta la artista. “Cuando la pintaba, no lograba lo que quería: que pareciera viva”, explica. Y en un trabajo donde reunió 50 fotos de Eva Perón, su intervención desde el pop –“haciendo que cerrara un ojo, por ejemplo”-, no solo actualizó la imagen de Evita sino que la potenció con osadía, estilo y creatividad.

Así, Evita puede lucir un traje de baño de época o remar en un bote con Cristina: la pieza se llama “Amigas remando” y es una de las grandes puertas de ingreso, desde este libro, al mágico y peronista mundo de Marina Olmi.