La ley 27.710, que reconoce a la Lengua de Señas Argentina (LSA) como natural y originaria y señala que conforma un legado histórico inmaterial, como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas en todo el territorio, fue publicada en el Boletín Oficial este miércoles, lo que fue celebrado por diferentes organizaciones.
"La aprobación significa mucho para nosotros ya que es una lucha que viene desde hace años", indicó a Télam Claudio Bitti, presidente actual de la Asociación de Sordomudos de Ayuda Mutua (ASAM). Y continuó: "Recorrimos un trayecto muy largo para poder demostrar que nuestra lengua es un idioma". La normativa define a la LSA como "aquella que se transmite en la modalidad visoespacial" con "una estructura gramatical completa, compleja y distinta del castellano", sostuvo Daniela Gómez Dos Santos, integrante de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad.
La ley también insta al Poder Ejecutivo Nacional a "fomentar e impulsar" el acceso y uso de la LSA para garantizar que las personas sordas, o quienes elijan esa vía de comunicación, puedan tener una accesibilidad efectiva y plena a la vida social y se puedan equiparar oportunidades tendientes a impulsar y fortalecer su independencia, y autonomía personal y toma de decisiones, entre otros objetivos.