Rusia denunció este miércoles un ataque ucraniano con drones, que logró ser neutralizado, contra el Kremlin y con el fin de asesinar al presidente ruso Vladimir Putin. Las graves acusaciones fueron desmentidas por Kiev, que lo considera una excusa para justificar una nueva escalada. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, puso en duda la denuncia rusa al afirmar que, "como todo lo que sale del Kremlin", es necesario tomarlo con cautela.
Atentado contra Putin
En un comunicado, el Kremlin denunció que "esta noche el régimen de Kiev intentó golpear con drones la residencia del presidente de Rusia". Además aseguró que se derribaron dos vehículos aéreos no tripulados cuyos restos cayeron en el recinto presidencial sin causar víctimas ni daños materiales. Un video publicado por algunos medios rusos en las redes sociales muestra un pequeño dron acercarse al Kremlin, antes de estallar. En otra filmación se ve una columna de humo encima del edificio.
"Estas acciones son un ataque terrorista planificado y un atentado contra la vida del presidente de la Federación Rusa, perpetrado en vísperas del Día de la Victoria", dijo el gobierno ruso en referencia al desfile militar del nueve de mayo en la plaza Roja, dedicado a la victoria soviética sobre la Alemania nazi. El Kremlin señaló que el mandatario, que no suele pernoctar en el Kremlin sino en las afueras de la capital, "no resultó herido" y "continúa trabajando como de costumbre".
Rusia advirtió además que "se reserva el derecho a tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno", mientras que la justicia nacional anunció la apertura de una investigación por "terrorismo en relación con una tentativa de atacar la residencia del presidente".
El presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, sostuvo que el supuesto intento de asesinato de Putin "es un ataque a Rusia", y exigió demandar "el uso de armas capaces de detener y destruir el régimen terrorista de Kiev".
El temor a un ataque en la capital se intensificó en los últimos meses luego del hallazgo de varios drones en la región, el último este miércoles en Kolomna, a 110 kilómetros al sur de Moscú. Las autoridades de Moscú y San Petersburgo prohibieron el mismo miércoles el uso de drones, excepto los de uso estatal.
La respuesta de Kiev
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski, por su parte, negó la implicación de su país en lo que sería el más espectacular de los ataques atribuidos a Kiev en territorio ruso desde el inicio de la intervención de las tropas de Moscú en Ucrania, en febrero de 2022. "No hemos atacado a Putin, eso lo dejamos para un tribunal", declaró Zelenski desde Helsinki, la capital de Finlandia, luego de participar como invitado en una cumbre de cinco países nórdicos.
"Nosotros no atacamos a Putin ni a Moscú, solo luchamos en nuestro territorio, defendemos nuestros pueblos y ciudades", remarcó Zelenski. El asesor de la presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, tuiteó que "algo está sucediendo en Rusia, pero definitivamente sin drones ucranianos sobre el Kremlin".
Según Podolyak, "Rusia está preparando claramente un ataque terrorista a gran escala" contra Ucrania con esta denuncia como excusa, insinuando que puede tratarse de un ataque de falsa bandera o del trabajo clandestino de la "resistencia local".
La "cautela" de Washington
Estados Unidos, uno de los principales aliados de Ucrania en este conflicto armado, dijo que tomaba con precaución las declaraciones de Rusia. "Vi la información. No puedo validarla, no lo sabemos", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, quien agregó: "Tomaría cualquier cosa que salga del Kremlin con mucho cuidado".
En un evento en Washington, organizado por el diario Washington Post con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Blinken se refirió también a la reciente megafiltración de documentos secretos del Pentágono. En esos documentos salían a la luz preocupaciones de las autoridades estadounidenses sobre el estado de las defensas aéreas ucranianas y la preparación de las fuerzas armadas para emprender su anunciada contraofensiva contra las tropas rusas.
Blinken dijo que habló al respecto con su par ucraniano, Dmytro Kuleba, a quien le expresó que Estados Unidos "lamenta mucho la exposición no autorizada de estos documentos y se toma muy en serio las obligaciones y responsabilidades de proteger la información". En paralelo Washington anunció este miércoles un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por 300 millones de dólares, que incluye munición adicional para los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS en inglés).
La contraofensiva, cada vez más cerca
Este ataque contra el Kremlin, el primero en más de 70 años, no es el único: el martes en la región rusa de Briansk, fronteriza con Ucrania, descarriló un tren de carga tras una explosión en la línea, el segundo en dos días, y un aeródromo fue atacado por cinco drones. Además en la madrugada se incendió un depósito de combustible en la localidad de Volná, en la región rusa de Krasnodar, debido a la caída de un dron.
Mientras Rusia desvía ahora su atención hacia el ataque y los sabotajes, Ucrania continúa con sus planes de lanzar en el momento en que sea propicio su contraofensiva. La administración militar de Jersón anunció este miércoles un toque de queda inédito de 58 horas que empezará el viernes, decisión que hace pensar en el posible inicio de la ofensiva.
La región de Jersón es, según los analistas, una de las posibles zonas desde donde las fuerzas ucranianas podrían lanzar su contraofensiva. La capital homónima fue recuperada por las tropas de Kiev en noviembre.
En Finlandia, Zelenski se mostró optimista sobre las próximas operaciones bélicas. "Creo que este año será decisivo para nosotros, para Europa, para Ucrania, decisivo para la victoria" contra Rusia, afirmó el mandatario ucraniano.