Cómo pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo. Hace menos de un mes Boca era una lágrima, no encontraba DT, encaró la Libertadores con el interino Herrón y se conformó con traer un empate de Venezuela mientras seguía penando en la Liga local. Del otro lado, a River se lo catalogaba de Bayern Núñez, el "alemán" Demichelis era ejemplo de todo, y el equipo, una pinturita. Ahora, de cara al Superclásico de este domingo, Boca es puntero en la Libertadores (7 unidades) y ganó sus últimos dos partidos mientras River es último en su grupo copero (3 puntos), recibió una goleada histórica en Brasil y hace dos que no gana, ya que empató de milagro en Tucumán por la Liga que lidera con holgura.
Este miércoles por la noche en su visita a Colo-Colo, Almirón volvió a poner a Advíncula de volante por derecha -y como para no después de su partido ante Racing- y el peruano lo dejó nuevamente muy bien parado cuando sacó un zurdazo -sí, zurdazo, como contra Deportivo Pereira- desde afuera del área que se le metió contra un palo al arquero santafesino Fernando De Paul para el 1-0 boquense.
Claro que el planteo de Boca en Santiago fue mucho más cauteloso del que venía de mostrar en La Bombonera: si Advíncula jugó de 8, Villa casi que fue 11 en este 4-5-1 que vistió el Xeneize en Chile. Si la propuesta original fue aguantar y contragolpear o el propio Colo-Colo lo empujó a eso por su gran inicio de partido, nunca lo sabremos.
Lo cierto es que Boca le puso un moño a la pelota y se la regaló al Cacique para terminar gozando en el Monumental de Santiago gracias a sus muchos puntos altos. Uno de estos y quizá el más elevado fue su arquero. Chiquito Romero exhibió un nivel como aquellos que lo llevaron a ser el uno con más partidos en la historia de la Selección y ya antes del minuto estaba salvando a los suyos con una atajada espectacular ante un remate del exVélez (y Boca) Bouzat.
Al mencionado acierto del DT con Advíncula también hay que sumar el de mantener a Vázquez como centrodelantero. Aunque negado con el gol -perdió dos mano a mano con el arquero- el atacante de 22 años cumplió a la perfección su rol de primer defensor, tanto que durmió al uruguayo Falcón -se pegó una siesta de novela- y asistió a Villa para que ponga el 2-0. El colombiano no marcaba desde octubre del año pasado, totalizando 19 partidos de sequía.
Y por último, pero porque viene siendo figurita repetida y ya carece de novedad, hay que escribir algo del pibe Barco. Quinto partido seguido del colorado de 18 años como titular y ya se van acabando las palabras. Pieza clave de las tres victorias del ciclo Almirón (Pereira, Racing y Colo-Colo) y bastión fundamental para renovar la confianza de los hinchas con el equipo. El zurdo juega de lateral pero mete pases gol dignos de un enganche, comanda los ataques con cabeza levantada y saca de quicio a sus rivales con su habilidad y guapeza. Esta noche, se llevó un par de patadones en las valijas pero también la expulsión del chileno Palacios.
Y así las cosas, con sus pilares nuevos y no tanto, Boca se anima a soñar con dar un hasta hace poco impensado golpe este domingo en otro Monumental.