La deforestación consecuencia del avance de la minería de oro está escalando en la Amazonia de Ecuador. Organizaciones ambientales denunciaron la creciente deforestación en la Amazonia ecuatoriana donde los 221 focos de minería ponen en riesgo la Reserva Ecológica Cofan Bermejo y a los pueblos indígenas que habitan la zona. Un estudio del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) registró la pérdida de 386 hectáreas de la reserva ecológica, el equivalente a 420 canchas de fútbol, denunció la Fundación Ecociencia.
La Reserva Ecológica Cofan-Bermejo ubicada en la Amazonia de Ecuador se extiende desde un ecosistema de bosque nublado a más de 2.000 metros de altura y baja hasta el bosque tropical en el llano amazónico, rodeado de árboles como cedros y copales, y hogar de monos aulladores, jaguares, pumas y tigrillos. Además, cerca de la zona de amortiguamiento de la reserva se encuentra la Tierra Comunitaria Cofán-Bermejo.
Los más de 200 focos de minería fueron identificados al sureste de la reserva ecológica, ubicada en la provincia de Sucumbíos, fronteriza con Colombia.
Entre febrero de 2020 y febrero de 2023 el proyecto de monitoreo respaldado por organizaciones ambientales como la Fundación EcoCiencia y Amazon Conservation, y la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad) identificó más de 150 hectáreas afectadas por la actividad minera. Un 64% del territorio afectado está fuera de las zonas destinadas para minería. El avance de la minería también resultó en la construcción de más de 11 kilómetros de vías construidas para la extracción de minerales.
Los pueblos indígenas de la amazonia ecuatoriana también registraron importantes pérdidas. Entre agosto de 2017 y febrero de 2023 fueron deforestadas 139 hectáreas dentro de los territorios indígenas Comuna Kuri Yaku y Comuna Puma Kucha. Un 47% de ese territorio deforestado está fuera de las áreas donde el gobierno de Ecuador permite la minería.
El avance de la minería también impactó las zonas de “conservación voluntaria” un programa de conservación voluntaria llamado “Socio Bosque” mediante el cual campesinos y comunidades indígenas reciben incentivos económicos por llevar adelante la protección de los bosques nativos de la zona.