En el marco de la Coronación del rey Carlos III que se celebrará este sábado 6 de mayo desde las 14.20 (hora argentina) en la Abadía de Westminster, Sudáfrica insiste con su reclamo al Reino Unido por la devolución del diamante "Cullinan" o "Estrella de África” -el más grande del mundo hallado hasta ahora-, que fue sustraído de suelo sudafricano en 1905 cuando se encontraba bajo dominio del imperio británico, fragmentado e incrustado en piezas que son símbolos de la realeza británica, como el cetro y la corona.
El primer reclamo que la nación africana hizo por la devolución del diamante fue en 1995, durante una visita oficial de la reina Isabel II -fallecida en septiembre pasado- y el duque de Edimburgo a Sudáfrica, que fue desestimado por la entonces monarca. Ahora, aprovechando la relevancia mundial que tendrá la investidura del nuevo rey, el país insiste con su reclamo.
"El diamante tiene que llegar a Sudáfrica. Tiene que ser una señal de nuestro orgullo, nuestra herencia y nuestra cultura", expresó la abogada y activista de Johannesburgo Mothusi Kamanga a Reuters. Y lanzó una petición online que ya tiene 8.000 firmas para que éste y otros diamantes sean devueltos para ser exhibidos en un museo.
"Creo que, en general, los africanos están empezando a darse cuenta de que descolonizar no es solo dejar que la gente tenga ciertas libertades, sino también recuperar lo que nos han expropiado", agregó.
Por su parte, el diputado sudafricano Vuyolwethu Zungula dijo a lña agencia AFP que "todas las riquezas minerales de Sudáfrica pertenecen al pueblo sudafricano, no a un palacio británico". Mientras que el exportavoz del Congreso Nacional Africano, Carl Niehaus, había dicho al respecto el año pasado, cuando falleció la reina Isabel II, que querían "recuperar la “Estrella de África” y todos los diamantes, el oro y otros minerales que el imperio británico robó a Sudáfrica, sin compensación".
La historia del diamante Cullinan o Estrella de África
La piedra original, que superaba en su origen los 3.000 quilates -600 gramos de peso-, fue extraída de las profundidades del suelo de Sudáfrica, y fue bautizada “Diamante Cullinan”, en honor a Sir Thomas Cullinan, presidente y dueño de la compañía minera que lo extrajo en 1905.
En aquel entonces, el gobierno colonial lo donó al rey Eduardo VII por su cumpleaños, quien mandó a tallarla como joya en 1906 y de ese procedimiento se obtuvo un total de 150 piedras que fueron ordenadas y nombradas según su peso como Cullinan I, Cullinan II, Cullinan III y así.
En 1910, el Cullinan I pasó a encabezar el Cetro de la Cruz o bastón de mando del imperio británico, que manipulará este sábado el rey Carlos III. Por su parte el Cullinan II se incorporó a la Corona del Estado Imperial británica.