León Gieco protagonizó este viernes a la mañana en el Vaticano uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria por la emoción que producen: ante el Papa más de 100 personas cantó "Solo le pido a Dios".
La escena tuvo lugar en el salón del Palacio Apostólico del Vaticano y fue en el cierre del encuentro "De Jorge a Francisco de Argentina al mundo", que se realizó allí entre el jueves y viernes. La actividad fue organizada por el Instituto de Diálogo Interreligioso copresidido por el presbítero Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el profesor Omar Abboud.
La elección de la canción no fue casual. "La AMIA viene acompañando el trabajo del Instituto de Diálogo Interreligioso en el campo del respeto a la diversidad. En ese contexto propuso sumarle al Congreso, al valor de la palabra, una expresión artística que sea síntesis de los valores compartidos de unidad en diversidad y de esa manera sugirió, soñó, con que en representación de todo aquello que nos une León Gieco le cante al Papa, que todos le cantemos al Papa, la canción himno `Sólo le pido a Dios'", contó a Página/12 Elio Kapszuk, de AMIA.
Sentado en primera fila, silla de por medio con Francisco, Gieco emocionó a todos los presentes con su guitarra, su armónica y la interpretación de "Solo le pido a Dios". El Papa lo escuchó con atención. Había llegado al salón caminando por sus propios medios con la ayuda de un bastón. A su ingreso saludó a los presentes y les agradeció por la visita al Vaticano y la participación en el encuentro. El artista Ricardo Celma le obsequió una pintura de un Cristo en las villas.
“Les agradezco los esfuerzos y les pido que recen por mí, cada cual en su idioma y en sus gestos, lo necesito”, dijo Francisco en el discurso que improvisó para la ocasión e hizo una referencia concreta a la Argentina: “Si los argentinos no rezamos los unos por los otros, estamos fritos.” En ese momento pidió que en silencio cada uno rezara un minuto “por sus hermanos y hermanas”.
A propósito de la convocatoria , recurrió a recuerdos de su niñez. Explicó que entonces no existía la apertura que hay hoy en días pero que él siempre tuvo en la escuela amigos judíos en la escuela. Y también contó una anécdota: que teniendo cuatro años un día caminaba por la calle con su abuela y se cruzó con dos mujeres del Ejército de Salvación. “¿Son monjas?”, contó que le preguntó entonces y que la abuela le respondió: “No, son protestantes, pero son buenas”.
Sobre la importancia del diálogo, remarcó que “Dios se manifiesta en todas las culturas, es padres de todos” y agregó que no se debe dialogar “con el espejo, sino con la realidad y con respeto”.
Tras las palabras del Papa, llegó el turno de Gieco. En primera fila estaba también el juez de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti. Y en distintos lugares del salón fueron testigos de la escena, entre otos, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja; la exministra de Desarrollo Social Carolina Stanley; los dirigentes sindicales Oscar Silva y Gabriel Trovato; los empresarios Eduardo Eurnekian, Tomás Karagozian y Ricardo Fernández Nuñez; la embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva; los jueces de la Corte Suprema bonaerse Hilda Kogan y Sergio Torres; los jueces del tribunal superior de justicia de la Ciudad Santiago Otamendi y Marcela De langhe, el excanciller y actual presidente del CARI, Adalberto Rodríguez Giavarini; y el diputado Claudio Romero.
Gieco destacó que cantar "Solo le pido a Dios" en ese contexto fue "de las cosas máximas" que le pasaron en su carrera" y contó que al Papa le gusta y siempre la pide.
En el mismo tono, el rabino Goldman también hizo declaraciones que dieron cuenta del momento que se vivió. “La música sutura toda grieta y funciona en una secuencia distinta a cualquier razón porque llega al corazón”, reflexionó.
Del Congreso participaron personas de distintas expresiones religiosas y representantes de la sociedad argentina en su sentido más amplio. La AMIA le agradeció especialmente a Fernando Pini de Ave Fénix por haber colaborado con el proyecto.
Al cabo de los dos días en que estuvieron en el Vaticano participaron de diversos paneles referidos que abordaron temas como medio ambiente y periferias, migrantes, educación, cultura del trabajo y diálogo interreligioso.