Los precios de los alimentos en comercios de cercanía del conurbano bonaerense aumentaron 42,5 por ciento el primer cuatrimestre del año. Un salario mínimo no llega a pagar la canasta de alimentos básicos que una familia de dos adultos y dos niños pueden conseguir en los comercios donde tienen acceso. El dato resulta importante porque es el termómetro de lo que pasa en los barrios, donde no llega el programa oficial Precios Justos y los productos pueden llegar a ser 31 por ciento más caros.
A la espera del dato de inflación de abril, el 9,3 por ciento de aumento que relevó el Indec en alimentos y bebidas en marzo junto con el aumento vertiginoso que relevan las consultoras privadas en las últimas semanas por los efectos del dólar agro y la corrida de los dólares paralelos tiene un componente que profundiza más el impacto: la brecha de precios entre las grandes cadenas de supermercados y los comercios de cercanía, es decir almacenes de barrio, proovedurías y supermercados chinos. Con un componente aún más complejo: es donde se concentra el 60 por ciento del consumo y es la única opción para quienes viven en barrios populares.
De acuerdo a información de la propia Secretaría de Comercio, los supermercados chinos y almacenes de barrio son, en promedio, un 31 por ciento más caros que los precios
regulados del programa. El producto con mayor disparidad es el Azúcar Ledesma de 1 Kg con
una brecha del 92 por ciento, seguida por el kilo de Arroz Gallo de Molinos Río de la Plata, con
una brecha de 87 por ciento.
La canasta de alimentos que una familia de dos adultos y dos menores del conurbano adquiere en almacenes, carnicerías, verdulerías y supermercados chinos aumentó 42,5 por ciento desde que empezó el año, más de diez puntos por encima de la inflación general (que se aproximará a 36 por ciento cuando se conozcan los datos de abril), aquella que se mide en todo el país e incluye a supermercados que exhiben aumentos menores. Pasó de valer 64.134 pesos en diciembre a 91.347 pesos en abril. Los datos surgen de un informe desarrollado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), que releva mensualmente los precios de 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en 900 comercios de los barrios populares del conurbano bonaerense.
Azúcar, huevos y tomate
Los alimentos que más aumentaron en abril fueron el kilo de azúcar, que empezó el mes valiendo 304 pesos y ahora vale 400 pesos, lo que equivale a un aumento de 31,49 por ciento; en segundo lugar la docena de huevos que aumentó 16,67 por ciento en tan solo un mes y 89,19 por ciento en lo que va del año, pasando de 370 a 700 pesos la docena. Tercero el kilo de tomate, que subió 35 por ciento de 400 a 540 pesos en el mes.
En abril los rubros que más aumentaron fueron los de Almacén, de 9,65 por ciento en promedio y Carnes con 9,41 por ciento, mientras que las Frutas y Verduras subieron 3,39 por ciento. En el cuatrimestre los aumentos fueron traccionados por las carnes, que fueron remarcados 53,95 por ciento. Luego las frutas y verduras en 44,52 por ciento y los productos de almacén 34,50 por ciento.
En linea con las estadísticas nacionales, el rubro carnes fue especialmente remarcado desde que empezó el año: los aumentos acumulados exhiben porcentajes de mínimo 45 por ciento. Es el caso del pescado con un aumento de 77,5 por ciento en lo que va del año; el pollo, que hoy vale 750 pesos; la paleta y la carne picada con aumentos de 55 por ciento. Desde la Cámara de la Industria y el Comercio de Carne en Argentina aseguraron que "en abril se registraron subas muy moderadas de precios en casi todas las categorías de animales con relación a los valores promedio de marzo".
A pesar de que algunos de los porcentajes de aumentos son muy altos, llegando incluso al 100 por ciento en apenas un cuatrimestre, el rubro frutas y verduras no es el que más preocupa ya que tiene un alto componente estacional, que depende de la época del año correspondiente a la cosecha. Es el único rubro que el Indec exhibe mensualmente algunos precios a la baja.
Figurita difícil
El canal de comercios de proximidad es la figurita dificil de las gestiones de la Secretaría. Es un sector muy atomizado donde se realizan el 60 por ciento de las compras de Argentina. Son alrededor de 200.000 almacenes y comercios de cercanía comparados con las 2.500 tiendas que concentran las principales cadenas de supermercados con quienes negocian y controlan el programa Precios Justos.
Y el aumento de los precios por este canal se vuelve aún más compleja en momentos de alta inflación. Es que son utilizados como un canal de evasión del programa Precios Justos por parte de las empresas proveedoras de los productos. Al tener una capacidad muy limitada de controlarlos por la cantidad y la ubicación, las grandes empresas imponen sus aumentos de precios a los pequeños comercios generando de esta manera un doble impacto negativo: por un lado, un aumento de precios que el almacén tiene que convalidar sí o sí porque no cuenta con espalda financiera ni poder de negociación para hacer frente a aumentos, aunque sean injustificados y desmedidos.
Por otro lado, ese aumento de precios impacta particularmente en los que menos tienen. Lo muestran los números: los precios subieron más en zonas del Gran Buenos Aires porque abundan los comercios de cercanía, como almacenes, súper chinos y proveedurías informales. A su vez, es allí donde compran mayormente quienes viven en los barrios vulnerables.
En efecto luego del (mal) dato de inflación de marzo, el Secretario de Comercio Matías Tombolini alertó, en conferencia de prensa, el incumplimiento del Programa Precios Justos por parte de los formadores de precios en los comercios de cercanía: "Mientras que en los programas de precios éstos se movieron un 5,1 por ciento en los comercios de cercanía estos precios se movieron 11,8 por ciento. Está claro que los formadores precios no están cumpliendo con los acuerdos que hemos celebrado de manera voluntaria", aseguró.
Mientras negocia, aún sin grandes avances, con mayoristas y proveedores directos a comercios de cercanía los precios de salida de fábrica y góndolas de determinados productos para volver a lanzar el Programa en comercios de cercanía, opta por investigar incumplimientos.
Hace unos días, la Secretaría de Comercio multó a Coca Cola y la francesa Danone por haber aumentado los precios 32,5 por ciento en un mes, cuando lo permitido es 3,2 por ciento. Ahora observa que hay otros gigantes del consumo masivo que podrían encuadrar en esa misma situación. Según información a la que accedió Página I12, el proceso de investigación involucra a las empresas Cervecería y Maltería Quilmes, Pepsico Argentina, Mastellone (La Serenísima) y Aguas de Orígen (una alianza comercial para el mercado de aguas entre Danone y la cervecera chilena CCU, que produce en el país las marcas Imperial y Heineken, entre otras), entre otras.