Desde Londres
En vísperas de la coronación del Rey Carlos III los conservadores sufrieron una contundente derrota en el primer desafío electoral del primer ministro Rishi Sunak. En los comicios de medio término, los Tories perdieron cerca de mil concejales en 230 municipios a manos de la oposición laborista, liberal-demócrata y verde. El líder de los laboristas, Keir Starmer, proyectó estos resultados a nivel nacional augurando una victoria en las generales del año próximo.
En camino a la mayoría
“No cabe duda que estamos en camino de lograr una mayoría en las próximas elecciones”, dijo Starmer. "Hemos cambiado nuestro partido, hemos ganado la confianza de los votantes y ahora tenemos la oportunidad de cambiar nuestro país. Ese cambio es posible, un Reino Unido mejor es posible", agregó.
Los conservadores perdieron municipios icónicos al norte y sur de Inglaterra dejando en claro que no queda mucho de la aplastante mayoría parlamentaria que logró Boris Johnson diciembre de 2019. En zonas del norte del país, el partido de Starmer consiguió resonantes victorias que le permiten proyectar una recuperación de la llamada “muralla roja” (red wall), un bastión histórico de los laboristas que había caído en manos conservadoras en los últimos comicios.
Por su parte los liberal-demócratas arrasaron en los municipios del sur afluente de Inglaterra, entre ellos, en ese símbolo de la monarquía que es Windsor. “Este es un mensaje del electorado que no puede ignorar ni siquiera alguien tan desfasado con la realidad como Rishi Sunak”, dijo el líder liberal-demócrata Sir Ed Davey, quien calificó el resultado de "maravilloso", se marcó como objetivo "derrotar a los conservadores" en las siguientes generales.
Resultados contundentes
Con 190 de los 230 autoridades locales en juego escrutadas, los laboristas obtienen 2.126 concejales, 446 más que hasta hora, y los conservadores 1.829, una pérdida de 822, mientras que el Partido Liberal Demócrata, el otro gran beneficiado de la jornada, suma 1.238 asientos, 284 más de los que tenía.
El primer ministro británico admitió la derrota, pero señaló que no pensaba cambiar de rumbo. “Es un resultado decepcionante, pero lo que voy a hacer es seguir concentrándome en las prioridades populares que son reducir la inflación, las colas de espera para los servicios públicos y la deuda. Eso es lo que quiere la gente. Eso es lo que voy a hacer”, dijo Sunak.
La derrota dio lugar a que sectores conservadores identificados con Boris Johnson, entre ellos la flamante Conservative Democratic Organization (CDO), pidieran su regreso a 10 Downing Street. “El instinto de conservación llevó a los diputados conservadores a liberarse de Boris el año pasado. Ahora, que ha quedado claro que eso no nos sirvió de nada, debería ser el mismo instinto el que nos lleve a reinstaurarlo en 10 Downing Street”, señaló a la BBC el presidente de la CDO David Campbell Bannerman.
Austeridad
En un país unitario como Inglaterra, los factores locales tienen especial peso a la hora de explicar un resultado tan contundente. Los virulentos programas de austeridad que lanzaron los conservadores desde su victoria electoral en 2010 representaron un recorte del 29% de las transferencias del gobierno central y han dejado a uno de cada seis municipios ingleses al borde de la bancarrota. En los más pobres el recorte ha sido tres veces más altos que en los ricos, pero el voto castigo no hizo diferencias entre norte y sur del país.
Los grandes titulares de la jornada miran estos resultados con la perspectiva de las generales del 2024. Según la BBC, trasladados a nivel nacional, estos porcentajes le darían una mayoría de nueve puntos al partido de Starmer: 35% para los laboristas, 26% para los tories y 20% para los liberal demócratas.
Esa ventaja de nueve puntos porcentuales es la mayor que ha registrado la formación desde que el ex primer ministro Gordon Brown abandonó el poder en mayo 2010, al perder las elecciones frente al conservador David Cameron.
Mirando las generales
"Al proyectar el resultado en unas elecciones generales, diríamos que el laborismo puede convertirse en el mayor partido, pero en un 'Parlamento colgado''", señaló a Sky News el politólogo Michael Thrasher, en referencia a como se denomina en Reino Unido el escenario en que ningún partido obtiene la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes.
No sorprende la euforia de la oposición y la desazón del oficialismo que ven cada vez más cerca el fin de un ciclo de 13 años de gobierno. A Rishi Sunak le queda el consuelo de que la coronación borrará por unos días la debacle del debate público.