Las autoridades serbias detuvieron este viernes al principal sospechoso de un ataque armado, ocurrido el jueves último en tres localidades cercanas a Mladenovac, que dejó ocho muertos y al menos 14 heridos. En tanto, un día antes un adolescente había asesinado a tiros a ocho compañeros y a un guardia de seguridad de su escuela, ubicada en Belgrado.
Tras un intenso operativo, en el que participaron alrededor de 600 agentes y varios helicópteros, el presunto autor de los crímenes fue aprehendido en la región de Kragujevac, a unos 140 kilómetros al sur de la capital. El hombre fue identificado como U.B., de 21 años, según el comunicado oficial.
"Es sospechoso de haber matado con un arma automática a ocho personas y de haber herido a otras 14", indicaron desde el ministerio del Interior de ese país, precisando que todos los heridos fueron hospitalizados. El titular del organismo, Bratislav Gasic, aseguró que se trató de un "acto terrorista".
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, calificó el hecho como "un ataque contra toda la nación". Además prometió que el sospechoso "no volverá a ver la luz del día", al tiempo que anunció una serie de medidas "antiterroristas", como la contratación de nuevos policías y la designación de efectivos para custodiar las escuelas.
"Aumentaremos en 1.200 nuevos el número de agentes y enviaremos 1.000 policías a las escuelas hasta que, en un año, logremos que un policía esté siempre presente en cada una, lo que también reducirá al mínimo la violencia entre compañeros. Si hay 334 colegios en Belgrado, tendremos la misma cantidad de policías", enfatizó Vucic.
El hecho ocurrió el jueves por la noche, cuando un joven comenzó a disparar desde un vehículo en marcha contra los transeúntes de Dubona, a unos 40 kilómetros al sur de Belgrado; para luego continuar su ataque en las localidades de Malo Orasje y Sepsin, cercanas al municipio de Mladenovac, a unos 50 kilómetros al sur de la capital.
De acuerdo a los investigadores, hasta el momento se desconocen los motivos del ataque. Según testigos, el joven --aparentemente hijo de un militar-- repetía la palabra "menosprecio" al momento de disparar.
Otro tiroteo
Un estudiante identificado como K.K., de 13 años, irrumpió el miércoles último en la escuela primaria "Vladislav Ribnikar", situada en la capital serbia, y mató a tiros a ocho de sus compañeros y a un guardia de seguridad. Durante el ataque, unas 16 personas resultaron heridas, dos de ellas se encuentran en situación crítica tras someterse a varias operaciones, según el parte médico.
El niño utilizó una pistola automática, propiedad de su padre, a quien solía acompañar a prácticas de tiro, informaron las fuentes. Después del tiroteo, fue detenido en el recinto de la escuela, y trasladado luego a un hospital psiquiátrico.
El presidente del distrito Vracar, Milan Nedeljkovic, ubicado en el centro de Belgrado, dijo a la prensa que cerca de las 8.40 hora local, el chico "salió a un pasillo y usó un arma de fuego". Dragan Vlahović, quien trabajaba como guardia de seguridad en la institución, "quería evitar una tragedia, que habría sido aún mayor si no se hubiera parado frente al niño que disparó", dijo Nedeljkovic.
Plan de desarme
A raíz de los dos ataques armados ocurridos en menos de 24 horas, en el que murieron un total de 17 personas, Vucic anunció una serie de medidas urgentes para incautar armas legales e ilegales, un plan que conducirá al "desarme casi total de Serbia".
La medida buscará reducir el número de personas que pueden poseer armas. En Serbia, un país de 6,8 millones de habitantes, hay unas 760.000 armas en manos de unas 400.000 personas, una de las mayores ratios del mundo, según cifras oficiales.
"El ataque de esta noche impone al Ministerio del Interior enmendar de forma urgente la ley de armas y municiones", declaró Vucic. El propósito es reducir en un 90%, de 400.000 a 40.000, el número de personas que actualmente tienen permiso de armas, aumentar controles y endurecer los castigos por la posesión ilegal de armas y explosivos.
Vucic indicó que todos los portadores de armas, incluidos los cazadores, serán sometidos a diferentes pruebas semestrales y anuales, que abarcarán también exámenes psiquiátricos, médicos y psicológicos. Esas pruebas incluirán test de uso de drogas.
Y advirtió que "las penas serán muy altas para quienes posean armas ilegales". Al tiempo que pidió al Ministerio del Interior hacer un llamamiento a quienes poseen armas ilegales para depositarlas en un plazo de un mes.
Por otro lado, el presidente serbio pidió a dicho organismo aplicar cuanto antes una moratoria de dos años a la emisión de nuevas licencias de posesión y porte de cualquier arma, incluidas las de caza.
En ese país, la posesión de armas es alta, muchas de éstas quedaron circulando en el territorio tras las guerras en los Balcanes durante la década de 1990, cuando tuvo lugar la desintegración de Yugoslavia.