Un ex policía, un soldadito adicto y dos vendedores de droga al menudeo quedaron presos tras ser imputados como miembros de una banda narco de barrio Ludueña cuyos jefes están alojados en la cárcel de Piñero y trabajan para la banda de los Monos. Los cuatro involucrados fueron imputados por el delito de ser miembro de una asociación ilícita, agravado por la participación de menores de edad y la jueza Silvina Castelli dictó prisión preventiva por el plazo de ley. 

El fiscal Pablo Socca, que ya imputó a más de 30 personas como miembros de la banda, les adjudicó en este caso a cada uno un rol en esta “célula de la banda los Monos” que opera en el noroeste de Rosario. Una organización originada en 2021 en la cárcel de Piñero por Matías “Pino” César, un condenado por atentar a tiros contra sedes judiciales en 2018 en nombre de Ariel “Guille” Cantero. Y sus compañeros del pabellón 8 Julián Aguirre y Andy Benítez, ambos con condenas por delitos con armas de fuego en Ludueña. Según la investigación, Benítez y Aguirre designaron a Mauro Gerez, Jonatan “Peco” Almada y al cuñado de este, Oscar “Nenu” Ramírez –todos detenidos desde 2022– como gerentes en el territorio.

La fiscalía presentó un audio de julio de 2021, una charla entre Ramírez, entonces en libertad, y otro interlocutor, que daría cuenta de los inicios de la alianza en nombre de los Monos que además, según evidencia de los fiscales, cuenta con connivencia de personal policial. “Estamos laburando, viste. Está mi cuñado y empezó a aparecer otra gente acá en el barrio. Y yo, para no dejarlo desamparado a mi cuñado, porque viste como es. Hay otra gente que no se maneja de la misma manera que nosotros. Nosotros laburábamos más liberal antes. Ahora no. Estamos con otra gente. Laburamos bien porque está toda la cabida. Porque acá andan todos laburando para el mismo. Está Mauro, están todos acá. Todo Ludueña. Estamos laburando para el mismo y nosotros queremos agarrar todo Ludueña. ¿Entendés?”.

Uno de los imputados esta semana fue el policía exonerado por un caso de gatillo fácil Darío José “Viejo” Protti (59), cuya participación fue detectada con el avance de la investigación. Tras ser detenido en un galpón de La Paz al 5050, lo imputaron como un actor con distintos roles ligado a Almada, al sindicarlo como recaudador, abastecedor de drogas, organizador de atentados y extorsiones y hasta de realizar trámites para incorporar al patrimonio de la banda vehículos obtenidos con medios extorsivos.

En tanto Nancy Jorgelina Gil (38), que ya había sido allanada con anterioridad fue señalada como transera desde su vivienda de Arévalo al 6000, donde el mes pasado se registraron varias incidencias por balazos e incluso uno tuvo como víctima a su hijo adolescente. Esta mujer, dijo la Fiscalía, está mencionada en los llamados cuadernos de la droga de Jonatan Almada, donde se detalla la contabilidad del negocio.

Por su parte Julio Cesar Torres (58), presunto vendedor de drogas desde su vivienda de Casilda al 6000, ya estaba alojado en la cárcel de Coronda. En agosto pasado, fue detenido en esa vivienda donde la Policía secuestró 178 envoltorios de cocaína y 23 de marihuana, recordó el fiscal.

Y Kevin Leonel Coronel (26), sindicado como tiratiros y vendedor de drogas desde un bunker donde lo balearon en dos ocasiones, en febrero y julio de 2022 y sobrevivió. En marzo de 2019, había sido condenado a 4 años y 6 meses por un caso de entradera con arma blanca en barrio Industrial, por el que cayó detenido en julio de 2018.

En distintos tiempos de la acusación, el imputado Eric Salles le recrimina a Coronel “estar batiendo cualquiera” por consumir la droga que tenía para vender. Coronel, entonces en libertad, le responde: “Me voy a rescatar, primo, me voy a rescatar, como yo te lo dije, yo no te voy, no voy a traicionar la mafia nunca”.