"Tenemos la fortaleza de poder trabajar colectivamente en un mismo horizonte, la construcción de una alternativa de gobierno hacia el 2019". Definiendo con claridad sus objetivos políticos; Caren Tepp, precandidata a diputada nacional, Eduardo Trasante, precandidato a concejal, y Juan Monteverde, titular del bloque de concejales de Ciudad Futura, quieren seguir cosechando apoyos, tras haber sorprendido hace dos años cuando consiguieron ingresar tres concejales. En una entrevista con Rosario/12, los referentes de Ciudad Futura rebatieron las críticas por haber apoyado el frustrado proyecto de endeudamiento del oficialismo, defendieron la conformación de una lista integrada 100 por ciento por mujeres, y propusieron construir una amplia fuerza progresista para frenar un triunfo del PRO.

- Ciudad Futura no tiene internas y presentó sus candidaturas hace un tiempo. ¿Esto les permite recorrer la campaña con más tranquilidad?

- CT: Estas elecciones son un punto importante. Para nosotros es el desafío de volver a votar con ilusión, como en el 2015. Pero todas nuestras energías van a estar puestas en las generales. Más allá de cuántos concejales obtenga cada fuerzas política, lo importante es quiénes nos posicionamos en los primeros lugares con perspectivas hacia los próximos dos años. Es un bloque que va a crecer y eso nos va a permitir un cambio en la correlación de fuerzas al interior del Concejo.

 

"Dijimos que veníamos para gobernar la ciudad y cambiar la cultura política. La casta política no aborda los problemas".

 

- ¿Cómo se decidió la candidatura de Trasante?

- JM: Tuvo que ver con el emblema de la campaña. Así como en el 2015 fue el Hacer, que es una de las cosas que nos diferencia con el resto de los partidos, con esta idea del Poder de la Gente Común, pudimos demostrar que Ciudad Futura es cualquier cosa menos un espacio conservador. Los manuales de la política indicaban que teníamos que poner un candidato igual al del 2015, incluso nos llegaban encuestas en enero que medían a mi hermano con un 15 por ciento. Las listas que encabezan Eduardo y Caren muestran que lo que no queremos es solamente juntar votos, dijimos que llegábamos para gobernar la ciudad y cambiar la cultura política. La complejidad de los problemas que tenemos en Rosario, el narcotráfico y la exclusión, son inabordables con una casta política que gasta más tiempo y energía en discutirse a sí misma que en abordar los problemas.

- Más allá de este análisis, ¿qué otras cosas lo motivaron para encabezar la lista de concejales de Ciudad Futura?

- ET: Primero, que coincido plenamente con lo dicho por Juan y mi convicción por la doctrina de Ciudad Futura. Como hombre de Dios hay principios que son parte de mi vida: mi caminar, la transparencia, el trabajar, el no mentir y el hacer, que son acciones predominantes en este espacio. No soy un pastor de oficina, soy un pastor que está con la gente, y en este espacio encontré una respuesta que necesitaba en virtud de mis limitaciones personales y ministeriales.

- ¿Recibió críticas por haber tomado esta decisión?

- No, me encuentro con una apertura total de la gente. Caminar estos días fue un gran mimo de la gente hacia mi persona, hacia mi militancia por justicia y seguridad. El respaldo, el acompañamiento, la alegría de la gente nos genera una revolución interior que me confirma que tomé buenas decisiones para sumarme a este proyecto colectivo.

- Hace un tiempo que plantean ser una alternativa de gobierno en Rosario. ¿Qué los llevó a promover una candidatura nacional?

- CT: Queremos construir un instrumento político del siglo XXI, que es colectivo. El desafío de Ciudad Futura es doble, es ganar elecciones pero es también construir un nuevo tipo de poder que sea capaz de llevar adelante las transformaciones que queremos llevar en la ciudad, en la provincia y en el país. La decisión de ir con una candidatura nacional tiene que ver con dar respuestas a esta ilusión que se irradió al interior de la provincia. Esta posibilidad de ver que podíamos desde fuerzas territoriales presentarnos a elecciones, a hacer campañas independientes, y también poder ganar. Estábamos cansados de ese lugar testimonial en el que históricamente nos pusieron, y que muchas fuerzas de izquierda aceptaron estar, y salimos a decir que podíamos ganar.

 

"El progresismo debe votarnos porque, salvo por el kirchnerismo, en los últimos años ha venido tirando su voto a la basura".

 

- Un desafío potenciado al presentar una lista integrada por mujeres.

- Tiene que ver con una coherencia de Ciudad Futura desde el momento que decidimos armar un partido político. Nuestro objetivo era poder expresar las luchas y los debates que se dan en la sociedad. En ese sentido, no hay lugar a dudas que en el siglo XXI se ha vuelto a abrir la necesidad de construir sociedad igualitarias, menos machistas.

- En el debate por el proyecto de endeudamiento los corrieron por derecha y por izquierda. ¿Cómo tomaron esas críticas?

- JM: La diferencia es entre los que eligen ser protagonistas o los meros testimonios. Estamos llenos de expresiones políticamente correctas que no se meten en ningún debate para no correr ningún riesgo, pero esa decisión es muy cínica porque lleva implícita no cambiarle la vida absolutamente a nadie. No fue que Ciudad Futura apoyó el endeudamiento, fue todo lo contrario. En realidad, Fein terminó apoyando el proyecto de Ciudad Futura. Nosotros le dijimos que no íbamos a votar su proyecto porque era un endeudamiento en obras irrelevantes. Fuimos los únicos que hicimos una contrapropuesta de verdad, diametralmente opuesta, eran 200 millones de dólares para la periferia de la ciudad, para empoderar a los que menos tienen. Eran obras, programas sociales, económicos y educativos, lo mejor que se hace a nivel urbanístico en Latinoamérica para abordar la desigualdad y la violencia. Por eso creemos que el desafío de estas elecciones para el progresismo de Rosario es el de votar a Ciudad Futura, durante los últimos tiempos, salvo por el kirchnerismo, ese progresismo tiró el voto a la basura, confiando en un socialismo que ya olvidó muchas de sus banderas, o votando a fuerzas que ya demostraron que son testimoniales. Es indiscutible que somos la única fuerza que en el 2019 le puede ganar al PRO.