* El penal de la gran polémica fue muy finito, en el límite de "lo tocó y fue" o "el fútbol es un juego de roce y sólo lo rozó". Pudo haberlo cobrado Herera o no. Como lo cobró patalean los de Boca; si no lo cobraba todavía estaban protestando los de River.

* En lo que no tienen razón los jugadores boquenses (ni muchos hinchas) es en el reclamo a Herrera para que vaya al VAR. No tiene obligación de hacerlo; por los audífonos nadie le dijo desde Ezeiza que podía estar equivocado. Le dieron la derecha y nada más y ahí se terminan las discusiones.

* Lo que debe revisar Boca , y en este caso en especial Sández, es porqué va tan fuerte en una jugada que en apariencias no entrañaba ningún riesgo. Sández entró frío porque Almirón casi asegura el cero, y lo hizo entrar por el pibe Barco porque River también metió jugadores descansados. El cambio terminó siendo un error.

* La fiesta en el Monumental fue extraordinaria. Desde mucho antes la cancha estuvo repleta, no pararon de cantar durante todo el partido, le pusieron un colorido espectacular al estadio con las banderas (cientos), los globos (miles y miles), y las bengalas rojas y blancas. Cuando los hinchas ya cantaban sin mucha fuerza y parecían resignados al cero a cero llegó el penal y gol a los 90 minutos. Y otra vez la fiesta en su máximo esplendor. Inolvidable para cada uno de ellos.

* Hay hinchas, los más fanas que quieren ganar así, con un gol en el último minuto para dejar más calientes a los rivales. Hay otros hinchas, los de mejor gusto, que quieren que el equipo propio supere ampliamente al rival y le gane con baile y todo. River tiene más juego que Boca, es capaz de ganar así, pero esta vez le tocó ganar en la agonía (alguna vez, entre muchas otras, lo logró Boca con el nucazo de Guerra),  y entonces la celebración adquiere otros ribetes.

* River no jugó bien, anduvo por debajo de muchas producciones en este mismo campeonato, cometió muchos errores no forzados, perdió la brújula en algún momento pero atacó más, siempre quiso más, creó más situaciones de gol (incluido un tiro en el palo de Solari), y eso es suficiente para que le reconozcan los méritos más allá de las dudas que dejó el penal que definió todo.

* Boca jugó poniendo en la balanza los dos partidos de ambos equipos en los últimos días. River venía de un empate con Atlético Tucumán y una derrota contra Fluminense en Brasil. Boca, de dos triunfos contra Racing y Colo Colo. Con el empate en el Superclásico Boca llegaba a siete puntos sobre nueve y River se quedaba con dos sobre nueve. Las cuentas estaban a punto de cerrar redonditas, pero llegaron Solari, Sández, Herrera y Borja.

* La actitud con la que Boca iba a afrontar el partido se notó en las formaciones y también en cómo se pararon antes de la pitada inicial. River con tres atrás y Boca con cinco. No llegó al extremo de aquel bochornoso cero a cero con Alfaro, pero Romero hizo mucho tiempo y se notó demasiado que Boca quería firmar el empate, sabiendo que es inferior.

* Herrera no dirigió bien. Dejó pegar mucho, Tuvo varas distintas para las amarillas y fue generando un clima de tensión muy grande. Se equivocó parejito.

* El último punto, el diez es para Enzo Pérez . Diez puntos para su reflexión sobre el escándalo del final. "Fue muy feo lo que pasó y eso es algo en lo que debemos reparar todos, no podemos dar esa imagen hacia afuera, no es bueno para el fútbol argentino. Estuvo mal lo que hizo Palavecino (se refería a eso de gritarle el gol en la cara a jugadores de Boca) pero también estuvo mal la reacción de ellos. La culpa es de los dos equipos y estas cosas no deben pasar más".