La continuidad de la política pública se expresa en el hacer. La gestión de Martín Sabbatella ya lleva tres años, la más extensa en la historia de ACUMAR. Veníamos de cuatro años de gestión con seis presidentes y ningún tipo de avances. Hoy los hay y son concretos.
El Sistema Riachuelo habla del compromiso de las autoridades de AYSA y ACUMAR para avanzar en un proyecto que ahora está a un año de su finalización. El mayor avance se registró durante la pandemia, con el trabajo silencioso y oculto bajo tierra de una obra que va a evitar las cargas orgánicas y cloacales excesivas en el Riachuelo y por ende en el Río de La Plata. Son obras de infraestructura sanitaria, de agua y de cloacas, como la recientemente terminada en la Villa 21-24, financiadas por el Banco Mundial a pedido de ACUMAR, y conexiones intradomiciliarias en la provincia.
El Polo Industrial Curtidor en Lanús permitirá reducir los vuelcos industriales a partir de la construcción de una Planta de Tratamiento con capacidad suficiente para servir a las curtiembres. También fue histórico el traslado del Mercado de Hacienda de Liniers a Cañuelas, el 16 de mayo pasado. Ya no hay más material orgánico vacuno, “bosta”, flotando en las aguas, la primera vez en porlo menos dos siglos.
La vivienda, que fue relegada en la anterior gestión, hoy recupero un ritmo estable que nos permite avanzar. Hubo que resolver complejos trámites judiciales por casi tres mil obras paralizadas, pero estamos relocalizando familias en Almirante Brown, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, CABA y se darán inicio a las mudanzas pendientes en Lanús y La Matanza.
Villa Inflamable, que fue el epicentro del fallo dictado por la Corte Suprema, ahora está siendo reurbanizada por cómo mejoraron sus indicadores ambientales. Es lo quisieron sus vecinas y vecinos.
La limpieza de márgenes la realizan cooperativas de trabajo y ya muestra sus resultados: son vecinos organizados que se llevan toda grandeza y sienten el orgullo de haber limpiado sus riberas.
Se han fortalecido los sistemas de separación y reciclado de residuos, la limpieza del espejo de agua es más agresiva y va en busca de los sobrenadantes, incluso antes de que lleguen al río. El resultado es que vemos nuevos paisajes emergentes, lugares que estaban ocultos bajo la basura, la vuelta de las garzas, gallaretas y otras aves mientras se recupera la fauna ictícola en distintos lugares del río, así como un mayor reverdecer de la flora acuática y nativa.
La fiscalización y control industrial se han ajustado más sobre las empresas en una tarea articulada de todas las áreas. La asociación con universidades, el sector privado, pymes y otros actores nos ha posibilitado una onda expansiva de prevención en las industrias, niveles de colaboración, capacitación e innovación que tienen como mejor exponente la creación de la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca.
También creamos los Guardianes Ambientales, un mecanismo de prevención y control que nos da presencia en la cuenca los siete días de la semana. Patrimonio, espacios verdes, áreas protegidas, viveros y humedales, son proyectos que llevamos a adelante, como así también políticas de juventud, empleo verde y agroecología. Más de 400 jóvenes se forman como técnicos agroecológicos, en trabajo conjunto con el INTA, Ministerio de Trabajo y la Universidad de Hurlingham.
Estamos también capacitando docentes a través del programa “Escuelas por la Cuenca”, que hace que las infancias participan en distintos proyectos ambientales, mas un libro de narrativas educativas ambientales hecho por los propios maestros.
En salud hemos vuelto a las comunidades y relevado la totalidad de los barrios con mayor riesgo ambiental. Avanzamos con el laboratorio de Cuenca Alta, donde se encuentra uno de los mayores logros de ACUMAR, el Hospital de Cuenca Alta Néstor Kirchner, y también en el laboratorio de Cuenca Baja, en el predio del edificio Beatriz Mendoza en Avellaneda.
La apertura de la gestión se ve en que dimos respuesta a todos los pedidos de información pública, todos. Convocamos a la participación con distintas metodologías, reuniones, asambleas, recorridas, mesas de trabajo, bicicleteadas, recreación infantil, el teatro, la música y el cine en la cuenca. La última audiencia pública, fue la más concurrida de ACUMAR. Allí se apoyó mayoritariamente la navegabilidad, desde el KM 0, las cuatro Bocas del Riachuelo, hasta el Transbordador Nicolás Avellaneda, ya recuperado. Es una módica trayectoria de unos quinientos metros, es un primer paso que permite llegar navegando desde el Tigre y ver de cerca el ícono de la ingeniería, para luego seguir hacia Quilmes.
Es una política integral, ya que el puente pertenece a la Dirección Nacional de Vialidad de la Nación y sus patas se posan sobre la Provincia de, Buenos Aires (Isla Maciel, partido de Avellaneda) y la Ciudad de Buenos Aires, La Boca. Por ese motivo, tanto el Ministerio de Turismo de la Nación como el de la Ciudad solicitaron la navegabilidad turística de ese tramo.
Habilitar la navegabilidad, donde hay posibilidades técnicas de hacerla, con sus correspondientes controles y sin ningún impacto ambiental significativo, incentiva desarrollo social, económico, cultural y turístico. Además de desarrollar el transporte polimodal.
Los ríos del mundo en su gran mayoría están contaminados, aquí abajo en el sur somos de los pocos países, tal vez el único, que cuenta con un plan integral de saneamiento. Nos exigen, nos ponen a prueba, nos vituperan y también nos felicitan, en esta hermosa y exigente tarea de recuperar un río, su historia y su presente, junto al pueblo que vive a sus orillas. Es nuestro desafío y nuestra opción por acompañar al Paisaje Emergente.
*Director general de Gestión Política y Social de ACUMAR.