Desde Santiago
El triunfo del Partido Republicano -PR- con un 35,42 por ciento (3.451.066 votos) en las elecciones de consejeros constituyentes en Chile, ha convertido a esta agrupación de extrema derecha en la primera fuerza política del país con 23 consejeros de 50.
Así el PR será la mayoría en el Consejo Constitucional con poder de veto y una situación paradojal: deberá redactar una Carta Magna en un proceso constituyente impulsado por la izquierda, al que ellos siempre se opusieron.
El oficialismo —agrupado en la coalición “Unidad para Chile” incluyendo al Frente Amplio, Partido Comunista y Partido Socialista— fue la segunda mayoría con 28,57 por ciento (2.782.956 votos) obteniendo 17 representantes.
Lo que desequilibra la balanza en contra del gobierno de Gabriel Boric es que también hay que considerar a la derecha tradicional (UDI, RN, Evópoli) que bajo el nombre de “Chile Seguro” obtuvo un 21,07% (2.053.65 votos) y 11 representantes, lo que terminaría inclinando el péndulo hacia el mundo conservador. La suma de los votos nulos y en blanco se acerca al 20 por ciento.
Este consejo constituyente —al que se suma un integrante de pueblos originarios que obtuvo los votos necesarios— será el responsable de redactar una constitución en conjunto con un grupo de 24 expertos ya designados desde los partidos políticos, que ya están trabajando en un borrador que busca apartarse lo más posible de la entregada por la extinta Convención Constituyente que sesionó durante el 2021.
La propuesta anterior fue rechazada por un 61,89 por ciento de la población, a pesar de su carácter progresista centrada en el medio ambiente, la plurinacionalidad y el feminismo, además de proponer el fin del senado y cambios importantes en el modelo económico, educativo y de salud. La derecha tomó esto como un triunfo, dilatando el proceso por meses, a pesar de que el principal argumento para movilizar a la ciudadanía era escribir una constitución “mejor” que “uniera” a los chilenos.
El oficialismo llama a la unidad
Este lunes, el presidente Gabriel Boric reconoció el triunfo de Republicanos --que en Chile los medios llaman un partido de “derecha” a secas-- reconociendo los pésimos resultados de la convención constituyente. “El proceso anterior, y debemos decirlo, fracasó porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto (…) Invito al Partido Republicano, que ha obtenido la primera mayoría incuestionable en esta elección, a no cometer el mismo error que nosotros en su momento”.
Esta mañana, en la víspera de una reunión del oficialismo para analizar y tomar decisiones hacia el futuro, diversos actores políticos manifestaron en los medios la necesidad de unificarse más. En los últimos meses los partidos de la ex concertación que gobernó al país desde 1990 --PPD y Partido Socialista-- han sumado ministros y subsecretarios a un gobierno cuyo núcleo era la coalición “Apruebo Dignidad” (Frente Amplio y Partido Comunista).
“El Frente Amplio sigue vivo aunque el auge de la extrema derecha es malo para Chile”, señaló Juan Ignacio Latorre, presidente de Revolución Democrática. “Llegó el momento de superar las dos almas del gobierno. Una sola coalición. Partidos pequeños deben fusionarse en partidos más grandes. La próxima elección debe ser afrontada con unidad de todas las fuerzas de cambio”, dijo el diputado Daniel Manouchehri. “Las fuerzas populares y transformadoras deben reagruparse”, señaló Camilo Escalona, secretario general del Partido Socialista.
Kast abierto a la derecha tradicional
La figura del día, sin duda fue el líder de Republicanos, José Antonio Kast, que le disputó la presidencia al actual presidente de Chile --Gabriel Boric-- en la segunda vuelta en 2021 obteniendo el 44,13 por ciento, frente al 55,87 por ciento de Boric. Kast se declaró varias veces admirador de Pinochet —responsable de la Constitución de 1980 que aún rige y su programa de gobierno habla de volver a los valores tradicionales en contra del feminismo, las diversidades, el aborto y la migración.
El buen momento de Kast coincide con los resultados de la encuesta Cadem que lo muestra liderando con 20 por ciento la preferencia presidencial, seguido de otra figura histórica de la derecha, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (13 por ciento).
Astuto, Kast ya manifestó este lunes su acercamiento a la derecha más tradicional —que los medios chilenos tienden a llamar centroderecha— en este proceso constituyente: “Las conversaciones van a estar siempre abiertas (…) Hubo un momento quizás más de tensión no buscado por nosotros, porque siempre hemos mantenido una sola línea, por lo tanto, nunca nos hemos negado a conversar, dialogar, pero manteniendo siempre las ideas muy claras”.
La principal división de las fuerzas conservadoras tiene que ver con que la derecha tradicional de “Chile Seguro” terminó aceptando participar activamente del proceso constituyente, mientras que los Republicanos no estaban interesados en hacerlo, lo que los pone en una situación insólita al estar obligados a liderarlo.