Adidas registró hasta marzo una perdida de 39 millones de euros, frente al beneficio de 482 millones durante el mismo período en 2022, por la caída de las ventas en China después de dejar de comercializar la marca YEEZY del rapero Kanye West.
La marca de productos deportivos alemana publicó los números de facturaciones del primer trimestre de 2023, los cuales precisaron que se mantuvieron en el mismo periodo en 5.274 millones de euros.
En este contexto, el nuevo consejero delegado de Adidas, Bjørn Gulden, dijo que "el primer trimestre terminó un poco mejor" de lo que habían previsto, con unas ventas planas y un pequeño beneficio operativo de 60 millones de euros. De esta manera, las acciones de Adidas se dispararon un 6 %, hasta 165,86 euros, en la Bolsa de Fráncfort después de publicar los resultados y pronósticos.
Asimismo, Gulden señaló que los inventarios de la compañía son "todavía demasiado elevados", pero 300 millones de euros más bajos que a comienzos del año.
"Nos esforzaremos en normalizar nuestros niveles de inventarios durante el año. Esto es crucial para poder reducir los niveles de descuentos, aumentar nuestro negocio de precios completos y reconstruir el calor de la marca de nuevo", apostilló Gulden.
El escándalo detrás de las perdidas de Adidas
En octubre de 2022, Adidas despidió al rapero estadounidense Kanye West, tras sus declaraciones antisemitas en las redes sociales y en un pódcast. A través de un comunicado, la compañía expresó que "no tolera el antisemitismo ni ningún otro tipo de discurso de odio" y calificó los dichos del músico y exesposo de Kim Kardashian como "inaceptables, odiosos y peligrosos".
West estaba a cargo de la marca YEEZY, una colección de indumentaria y zapatillas premium, que se transformó en la colaboración estrella de la marca alemana y que llegó hasta superar en ganancias a su principal competidor, la estadounidense Nike, en algunos períodos de facturación.
"Adidas no tolera el antisemitismo o ninguna otra forma de discurso de odio. Los recientes comentarios de 'Ye' (como se conoce al artista) y sus acciones fueron inaceptables, detestables y peligrosas y violan los valores de la compañía sobre diversidad e inclusión, respeto mutuo y justicia", aseveró Adidas en un comunicado de prensa tras cortar sus vínculos comerciales con West y dar de baja todos los negocios relacionados con sus productos.
De esta manera, la interrupción de la comercialización de la marca del rapero generó una caída de las ventas de 400 millones de euros en el primer trimestre respecto al año anterior.
Las perdidas multimillonarias
El consejero delegado de la compañía deportiva pronosticó que "2023 será un año turbulento con cifras decepcionantes", pero también "uno de transición para construir una base fuerte para un 2024 mejor y un 2025 bueno y más allá".
Adidas prevé en 2023 una bajada de la facturación de una cifra de dos dígitos y una pérdida de ingresos de 1.200 millones de euros por dejar de comercializar YEEZY, en caso de que no venda los productos que ya tiene, algo que reduciría el beneficio operativo en otros 500 millones de euros este año.