El gremio aceitero entró en alerta debido a la situación de la agroexportadora Vicentin y su concurso de acreedores. En Avellaneda, sede de la casa central, se vive una angustia in crescendo desde que la Corte Suprema provincial ratificó al juez del proceso, Fabián Lorenzini, quien estaría dispuesto a avalar finalmente la propuesta de pago que ha hecho la empresa. Como consecuencia de esta situación, los trabajadores tienen razones para temer por despidos en el camino hacia el desguace de la firma.
Así sospechan que concluye el plan del directorio de Vicentin para salir de esta encrucijada. En lo puntual sobre los empleados, aseguran que en el plan de pagos a acreedores se contemplan despidos masivos en el área administrativa de la planta aceitera; y en un futuro, con el traspaso de los activos, el cierre definitivo de la fábrica en Avellaneda, donde hasta hoy se ocupan 200 personas.
El secretario general del sindicato aceitero de Reconquista, Leandro Monzón, comunicó esta preocupación por escrito al juez Lorenzini, la Corte y la comisión del concurso. "Nos preocupan los puestos de trabajo en Vicentin Avellaneda, la fuente laboral", dijo el gremialista al término de una asamblea que se realizó el sábado pasado en el complejo industrial de Vicentin en esa ciudad del norte santafesino.
"Por la situación actual que atraviesa la firma en el proceso concursal, gran número de compañeros se hizo presente para manifestar su preocupación y aclarar las dudas que han surgido en los días previos", explicó Monzón. Los trabajadores, en resumen, ponen en primer plano la actividad que continúan realizando, tareas que permiten mantener activa la empresa, como lo hicieron hasta el año pasado con contratos de fasón pendientes.
El sindicato aceitero exige a las autoridades del concurso que en cualquier convenio posible que el juez vaya a homologar, "se deje plasmado por escrito en el expediente la continuidad de la planta Vicentin Avellaneda".
En el escrito que presentaron al concurso, los aceiteros dejaron en aviso su conocimiento de que "el acuerdo concursal que propone la firma implica el despido inicial de 80 trabajadoras y trabajadores, en principio todos ellos administrativos, y pasados los 18 meses en los que supuestamente garantizarían la continuidad de la producción, todo indica que la planta Vicentin Avellaneda dejará de ser tenida en cuenta, incluso por los compradores estratégicos; poniendo en riesgo la fuente de ingresos de casi 200 familias", señalaron en el escrito.