Obras de la artista visual conocida como Yente (Eugenia Crenovich), figura pionera del arte abstracto en Argentina, son expuestas en dos exhibiciones de la colección permanente del Museo de Arte Moderno (MoMA) en Nueva York, como parte de la nueva dinámica de la institución de renovar todos los meses algunas de sus piezas.
Así lo informó la galería porteña Roldán Moderno, de donde fueron adquiridas las obras que pasaron a integrar el acervo del MoMA, el museo neoyorquino que propone una colección dinámica y la posibilidad de conectarse con el arte y las ideas desde geografías y perspectivas diversas.
Junto a los artistas más destacados que trabajaron en la abstracción como Jackson Pollock, Alberto Burri, Lee Krasner, Manolo Millares, Pierre Soulages, Clyfford Still, entre otros, el "Tapiz N6" de Yente perteneciente a la colección del museo se ha incorporado en el nuevo montaje de la colección organizado por Esther Adler y Danielle Johnson.
Según explica el texto de la sala, "la abstracción no era estrictamente una búsqueda estadounidense: los artistas de todo el mundo adoptaron diferentes modos no representativos como una forma de romper definitivamente con una historia occidental de pintura figurativa académica. Para ellos, su trabajo era personal, y tan individual como su herencia cultural y sus experiencias en un mundo de posguerra".
Por otra parte, en la sala dedicada a la abstracción de países por encima y debajo del ecuador, Yente participa con la obra "Objeto" junto a Joaquín Torres-García, Alfredo Hlito, Lygia Clark, Piet Mondrian, Rhod Rothfuss, Georges Vantongerloo, Sophie Taeuber-Arp, Lygia Pape y Marlow Moss, en el quinto piso del museo.
Quién fue "Yente"
Yente, seudónimo artístico de Eugenia Crenovich (Buenos Aires 1905-1990), fue una pionera de la abstracción en la Argentina que se expresó a través de variadas técnicas como pinturas, relieves, esculturas, tapices, collages y libros ilustrados.
Su trayectoria artística va desde sus primeras abstracciones en 1937 hasta sus obras de textil que comenzó en los 50, su etapa de inspiración precolombina emprendida en 1946 y los collages de los años 60, con agudas observaciones sociales sobre el status de la mujer y su reflejo en la moda de la época.
En los textiles reelaboró aspectos de su pintura a través de composiciones geométricas con planos y líneas coloridas.